La titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Pamplona ha absuelto a cinco responsables de Viscofán, con sede en Cáseda, juzgados por el fallecimiento de un operario a consecuencia de la inhalación de gases, instantes después de haber caído en el interior de una cuba en septiembre de 2019. Otro operario resultó gravemente herido al intentar socorrer a su compañero.
En la sentencia, que puede ser recurrida ante la Audiencia de Navarra, la magistrada concluye que ni la víctima ni el herido llevaban la máscara de protección respiratoria en el momento del accidente.
"Tenían a disposición las máscaras de protección"
“No es cierto que los acusados no pusieran a disposición de los trabajadores los medios necesarios para el desarrollo de su actividad con seguridad e higiene y que con ello pusieran en ‘grave peligro su vida o salud’. Los dos trabajadores tenían a su disposición las máscaras de protección y no las utilizaron para acceder a aquel espacio confinado”, subraya la juez.
En el juicio, celebrado del 22 al 25 de septiembre, la fiscalía y la acusación particular consideraron a los acusados responsables de un delito contra los derechos de los trabajadores en concurso ideal con un delito de homicidio por imprudencia profesional graves. Solicitaron para los encausados 4 años de prisión.
La empresa se dedica a la fabricación y distribución de envolturas para la industria cárnica. El trabajador fallecido, cedido por una empresa de trabajo temporal, desempeñaba sus funciones como ayudante de zona húmeda.
Los hechos
Sobre las 0.30 horas del 14 de septiembre de 2019, se produjo una rotura en una de las líneas de producción. La sentencia considera probado que el trabajador entró en el habitáculo de las cubas con las pinzas necesarias para unir la línea de tripa celulósica rota con la que todavía se encontraba en producción.
Como consecuencia de las fuertes emanaciones de disulfuro de carbono y ácido sulfhídrico que ese día estaba produciendo la tripa celulósica, y al hecho de que el trabajador no portaba la máscara de protección obligatoria, se desvaneció y cayó en el interior de la cuba que, en ese momento, tenía unos 20 centímetros de líquido de lavado de tripa.
Falleció por asfixia instantes después como consecuencia de la inhalación de los gases y el vómito que la inhalación de estos le produjo.
Según recoge la resolución juncial, otro trabajador resultó asimismo gravemente herido por haber accedido sin la máscara al interior con la intención de socorrer a su compañero. El resto de operarios que accedieron al interior de la cuba con las máscaras puestas para auxiliar a la víctima no fueron atendidos médicamente por ningún síntoma.
Sin dudas del testimonio de sus compañeros
En la sentencia, la magistrada desgrana la prueba practicada en el juicio, que le lleva a dictar una resolución absolutoria. Sostiene que tanto el fallecido como el lesionado no portaban las máscaras de protección respiratoria en el momento del accidente. Así lo atestiguaron seis compañeros de ambos que declararon como testigos.
La juez resalta que no incurrieron en contradicciones entre ellos y no hay ningún tipo de móvil espurio que pueda hacer dudar de sus manifestaciones. “Es más, todo lo contrario, eran compañeros de los heridos y las actuaciones que desarrollaron todos estos testigos aquel día demostraron lo mucho que les importaban estas personas. Por tanto, no hay motivo para dudar de la veracidad de las manifestaciones de estos testigos directos”, subraya.
En segundo lugar, añade la magistrada, quedó acreditado que la causa inmediata de la muerte fue la asfixia, como consecuencia de la inhalación de los gases y el vómito que la inhalación de estos le produjo; y que falleció por asfixia instantes después de haber caído en el interior de la cuba. Así se deduce, fundamentalmente, del informe de autopsia que elaboró el médico forense, ratificado en juicio.
“Tal y como alegaron las defensas, si hubiese llevado la máscara puesta, no se habría desvanecido dentro de la cuba. Y aunque por un casual se hubiese caído en la cuba, con la máscara puesta, podría haber salido de la misma. Esta afirmación se deduce del hecho acreditado de que 5 trabajadores entraron en la cuba con la máscara puesta para sacar a los dos trabajadores y salieron sin sufrir lesiones. Y el traumatismo que sufrió con la caída era de muy escasa gravedad”, argumenta la juez.
La causa de la muerte
Las acusaciones atribuyeron a los acusados la infracción de normas de seguridad y salud. En concreto, se centraron en si la barandilla de la cuba cumplía con las medidas de seguridad e higiene.
Al respecto, la magistrada afirma que “es necesario para constituir el tipo penal que dicha infracción de las normas de prevención ponga en grave peligro la vida, salud e integridad del trabajador. Y en el presente caso, como ya he analizado anteriormente, la causa de la muerte fue la asfixia por no portar la máscara de respiración; y el hecho de que la cuba en vez de tener una barandilla perimetral de acero inoxidable, tenía en aquel momento una barra de PVC solo en la parte de la cuba donde debía encontrarse el trabajador (y no en todo el perímetro), no constituía un peligro grave para su vida e integridad, pues insisto, aunque cayera a la cuba, si hubiese portado la máscara como debía, podía haber salido de la misma, sin riesgo ‘grave’ para su vida e integridad”.
En el juicio, añade la magistrada, quedó probado porque lo declararon absolutamente todos los trabajadores que comparecieron —catorce—, incluidos los delegados de prevención, que todos los operarios disponían de máscaras de protección respiratorias; que era muy fácil adquirirlas, pues no solo había una máquina dispensadora, sino que incluso podían solicitarse a alguno de los responsables.
Según expone en la sentencia, quedó acreditado también que todos los empleados conocían el peligro que existía en aquella zona húmeda si accedían sin la máscara de protección. Este hecho también fue así ratificado por todos los trabajadores que declararon en la vista oral. Igualmente quedó demostrado, por las declaraciones de todos los testigos, que incluso la empresa sancionaba a los que no portaban dicha protección y que quiso poner cámaras para vigilar este tipo de actuaciones.