Este lunes 28 de abril ELA quiere poner rostro a los trabajadores y trabajadoras que sufren accidentes laborales. "A menudo se nos olvida que detrás de todas las cifras que mencionamos en las estadísticas hay personas", ha resaltado el sindicato en un comunicado.
Por ese motivo, esta vez han contactado con Jakes, Sara e Iratxe, tres personas empleadas que ponen cara a esos números.
El año pasado, esta central recuerda que 24 personas perdieron la vida en Navarra mientras estaban trabajando, según sus cálculos. Una cifra que no se recordaba desde hace dos décadas, algo inaceptable. Además, añade que otras 23.685 personas sufrieron un accidente laboral y 1.526 enfermaron en el trabajo. "La magnitud del problema es muy grande", ha manifestado.
A las 10.00 horas
Por eso, ELA ha querido recabar el testimonio de Iratxe que hace diez años tuvo un accidente con graves lesiones en la rodilla; de Jakes que hace cuatro años perdió una pierna en su puesto de trabajo; y de Sara que padeció situaciones humillantes con su superiora.
Los tres van a participar en el acto que va a realizar ELA en Bilbao este lunes a las 10.00 horas, en el Bizkaia Aretoa.
Falta de formación previa
En una nota, el sindicato cuenta la historia de Jakes. "Sufrió en 2021 un accidente laboral muy grave mientras trabajaba en la empresa Lau Lagun de Idiazabal (Gipuzkoa). Entonces tenía 35 años. Como consecuencia del accidente perdió la pierna, y se debió a la falta de formación del trabajador en materia preventiva, al procedimiento de trabajo inadecuado y al fallo electrónico del equipo de trabajo no detectado previamente por la empresa, entre otros factores".
Seis años antes, en 2015, "Iratxe padeció un accidente mientras trabajaba en la empresa Leroy Merlin, que le causó graves lesiones en la rodilla. Estaba moviendo una carga de gran altura con una traspaleta manual. La evaluación de riesgos de ese trabajo no estaba realizada, es decir, la evaluación de riesgos del puesto de trabajo no preveía ni el trabajo en sí, ni el lugar donde se produjo el accidente, ni el riesgo en sí", ha relatado. Además, el sindicato ha añadido que "la trabajadora estaba sola realizando una tarea que no estaba predeterminada".
Por último, el sindicato relata el caso de Sara. "Como empleada en la tienda de Mercadona en Burlada, tuvo muchos problemas con la coordinadora de su tienda: la inspectora de trabajo reconoció que vivían una situación hostil y humillante por parte de la coordinadora y que realizaban acciones vejatorias e intimidatorias hacia ellas para disminuir su resistencia psicológica. La empresa fue multada por no hacer nada ante este hecho", concluye el sindicato.