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De fábrica de calzado a fábrica de profesionales

El Instituto Cuatrovientos celebra 40 años de formación para la inserción de profesionales en el mundo laboral

De fábrica de calzado a fábrica de profesionalesOskar Montero

Años atrás, manos expertas fabricaban calzado con técnica y esmero en el edificio que ahora se conoce como el Instituto Cuatrovientos. La escuela, que surgió con el propósito de dar continuidad a la Formación Profesional en Pamplona tras el cierre inminente, en 1982, de las seis escuelas con las que contaba la comarca, celebra ahora cuatro décadas de enseñanza y formación. Por sus aulas, contaba Maite Arriaga Iraburu, directora del instituto, en la celebración que ha tenido lugar esta mañana, “han pasado miles de alumnos y multitud de generaciones enteras que, hoy en día, son excelentes profesionales, técnicos y emprendedores que llevan con orgullo el espíritu de Cuatrovientos en su manera de ser y trabajar”.

De manera anual, esta escuela acoge a más de 800 alumnos y alumnas que reciben una formación que, según Arriaga, “les prepara para insertarse al mundo laboral con conocimiento y valores”. Tal y como ha apuntado Iker Neri Sánchez, actual presidente de la Cooperativa Cuatrovientos, “en el aula es materialmente imposible formar técnicamente a los estudiantes para el tejido tan heterogéneo y cambiante del panorama laboral”. Por eso, durante la celebración, desde el centro han agradecido profundamente la colaboración de las empresas que confían en el talento de los alumnos y contribuyen con su formación e inserción laboral.

Un exitoso exalumno

“En aquellos tiempos, a la FP veníamos lo que, académicamente, andábamos justos”, contaba Iñigo Morales Pellejero, exalumno de Cuatrovientos. Por suerte, esa percepción ha cambiado. “Ahora, la Formación Profesional se considera algo de calidad, con muchas salidas y con una proyección mucho más potente”, ha señalado. Él es, precisamente, un ejemplo de ello. En el 96, Iñigo terminó sus cinco años de FP de Gestión Administrativa –“porque sí, antes duraba cinco años”– y, siete años después, en 2003, comenzó el Grado de Transporte y Logística en Cuatrovientos que le cambió la vida.

Su proyecto comenzó en una nave pequeña que recibía unos 120 pedidos diarios. Tras años de esfuerzo e implicación diarios, Alaiz Courier, la empresa que gestiona Morales, se ha convertido en un servicio de mensajería y paquetería urgente que “puede llegar a cualquier parte del mundo” y cuyo volumen de trabajo se ha multiplicado hasta alcanzar los 5.000 envíos diarios que las 53 personas que conforman su plantilla se encargan de gestionar. Desde hace 20 años y “gracias a los vínculos que se generan en Cuatrovientos”, Alaiz Courir colabora con el instituto y ofrece a los alumnos la misma formación y oportunidades que, un día, él mismo recibió de otras empresas.

El surgimiento de la escuela

Un cambio político en 1982 obligó a los seis centros de FP de Pamplona a cerrar sus puertas, dejando desamparados a alrededor de 2.000 alumnos y multitud de profesores. Pello Nuño Iturri, socio fundador, se reunió con otros antiguos alumnos de esta modalidad educativa para solucionar la situación. Decidieron organizarse mediante la personalidad jurídica de una cooperativa porque “creíamos en los valores cooperativistas y el trabajo en equipo”

Echando la vista atrás, valorando un proyecto de éxito que en sus inicios era “un trajín que no sabíamos por dónde comenzar”, Pello ha definido como claves del éxito el cooperativismo, la internacionalización, el contacto con las empresas y la conexión entre alumnos y la comunidad escolar.

Pello guarda un recuerdo especialmente nostálgico del curso 1985-1986, que define como un "doble embarazo". A la vez que entregaba las actas en el Departamento de Educación para sacar adelante su proyecto, nacía su hija. "Fue un año duro, pero gratificante", concluye. Un año que devolvió a Pamplona la idea de que la Formación Profesional es un proyecto educativo con futuro.