Más de un centenar de profesionales sanitarios de diferentes especialidades y perfiles técnicos asistieron el jueves a una jornada sobre el papel de la Inteligencia Artificial (IA) en el tratamiento del cáncer, que está acelerando avances en diagnóstico, investigación, precisión clínica y eficiencia de procesos, pero que requiere una “implantación responsable, avalada por evidencia y con supervisión humana constante”.

Durante la XXVI Jornada Técnica para Sanitarios, organizada por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y celebrada en el Hospital Universitario de Navarra (HUN), intervinieron una decena de profesionales, entre ellos la oncóloga Susana de la Cruz, quien subrayó el “punto de inflexión histórico” actual, en el que la IA ya no es futurible, está entrando de forma visible en la clínica y debe ponerse al servicio de la persona con cáncer y del profesional sanitario que la acompaña.

En la sesión científica, apuntó la AECC en una nota, se abordaron los principales retos, oportunidades y riesgos, de forma que Imanol Pinto, responsable técnico de IA aplicada a Salud en el Gobierno de Navarra, explicó que “la IA tiene un enorme potencial para acelerar descubrimiento de fármacos, mejorar procesos diagnósticos y optimizar recursos”, pero detalló que uno de los mayores desafíos a futuro es demostrar resultados reales en supervivencia y calidad de vida.

La validación de las herramientas en la práctica clínica real “y no solo en escenarios controlados” será clave para garantizar que estas tecnologías funcionan de forma consistente con nuestras poblaciones, nuestros datos y nuestras máquinas, advirtió.