La Policía Nacional ha detenido en Pamplona a seis personas -cuatro (4) mujeres y dos (2) hombres-, de 17 a 20 años de edad, como supuestos autoras de un delito de hurto de 21.000 euros que su legítimo propietario guardaba en su domicilio, fruto de su trabajo como hostelero durante las fiestas de San Fermín.

Los hechos sucedieron tras finalizar las fiestas patronales de la capital foral, cuando el perjudicado denunció ante la Oficina de Denuncias y Atención al Ciudadano la desaparición del dinero de su domicilio. Dio entonces comienzo la investigación por parte de la Brigada Provincial de Policía Judicial que determinó que, tras las festividades de San Fermín el hostelero estaba disfrutando de las vacaciones estivales, tras dejarla recaudación del local escondida en el interior de un armario de su domicilio, cuando un familiar próximo, le pidió permiso para cuidar de su casa y habitarla durante su ausencia.

El familiar, no solo habitó en el inmueble, sino que invitó a sus amistades a permanecer en el domicilio durante la ausencia del legítimo propietario, que llegaron a ser denunciadas por el vecindario debido a los ruidos y molestias que ocasionaban durante su estancia en el referido domicilio.

Sorpresa al llegar de vacaciones

Al regresar el hostelero de sus vacaciones, se percató que los 21.000 euros de la recaudación de su establecimiento habían desaparecido del lugar donde los había dejado escondidos. Tras las pesquisas realizadas por los investigadores del Grupo de Delitos contra el Patrimonio de la Brigada Provincial de Policía Judicial, se determinó la presunta autoría por parte del familiar de la víctima, entre otros que participaron en el hecho.

Se estableció entonces un un dispositivo de localización, que culminó con la detención de seis personas como presuntas autoras del hurto en el domicilio. Los detenidos, todos ellos jóvenes entre 17 y 20 años residentes en Pamplona, una vez cometido el robo, al parecer se repartieron el botín obtenido a partes iguales, y gastaron ese efectivo en ocio nocturno, pernoctaciones en hoteles de lujo de la ciudad, tatuajes y en la compra de teléfonos inteligentes de última generación, algunos de los cuales fueron intervenidos en el momento de la detención.

Una vez en dependencias policiales y tras practicar las correspondientes diligencias, tanto los detenidos como el atestado, han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia.