Las tres jóvenes de 20 años que sufrieron quemaduras en Pamplona al arder sus disfraces en Año Nuevo permanecen ingresadas en el Hospital Universitario de Navarra (HUN) y el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, evolucionando favorablemente de las lesiones, al igual que la cuarta afectada, que se encuentra en su domicilio. Tal y como declaró esta última joven a este periódico, al apuntar que el origen del incendio fue el cigarro que fumaba una de ellas, la Policía Municipal de Pamplona ha descartado cualquier intencionalidad en el suceso.

Una de las chicas, vecina de Burlada, tuvo que ser trasladada a la Unidad de Grandes Quemados del Hospital Miguel Servet de Zaragoza y las otras tres fueron atendidas en el Hospital Universitario de Navarra. Dos de ellas, de la Rochapea y Ansoáin, permanecen ingresadas, mientras que la cuarta, vecina de Mendillorri, recibió el alta el mismo domingo.

Sin intencionalidad

Desde la Policía Municipal de Pamplona se ha asegurado este lunes que “se descarta la intencionalidad” en el incendio, ya que “puede ser” que la ceniza de un cigarro de una de las jóvenes hiciera arder su disfraz y que el fuego pasara al resto. Lo que sí es cierto es que los disfraces, hechos por ellas mismas, “tenían unos componentes que ardían con cierta facilidad”, señalaron las mismas fuentes. Efectivamente, las cuatro jóvenes había usado algodón para colocarlo alrededor de las caderas como parte de sus atuendos de genio de la lámpara de Aladdín.