El movimiento asindical de la Policía Foral, que ha impulsado diversas protestas durante los últimos meses para presionar al Gobierno de Navarra con el desarrollo reglamentario de la Ley Foral de Policías, se muestra decepcionado y molesto con el Ejecutivo por el posible retraso del reglamento de jornadas, horarios y retribuciones, que se había comprometido a aprobar antes de pasar a estar en funciones. “Se han reído de nosotros, qué no les salga gratis”, advierten en un comunicado, en el que insinúan que volverán a convocar protestas.

El citado Reglamento, según expuso el vicepresidente y consejero de Interior, Javier Remírez, tiene un impacto de incremento retributivo anual de 4,6 millones, lo que supone unos 300 euros de media al mes para los aproximadamente 1.100 agentes de Policía Foral, y que puede rondar los 1.200 euros más al mes para los altos mandos, según LAB. Además, el Gobierno de Navarra calcula otros 16 millones por el pago en atrasos desde el 1 de enero de 2019.

El movimiento asindical de la Policía Foral considera que ya se han rebasado los plazos para que el reglamento se pueda aprobar antes del 28 de mayo. “Llevan varios días circulando la información de que hasta septiembre no se va a aprobar el reglamento. Otras fuentes dicen que de septiembre nada, que será en diciembre”, señalan en un comunicado.

Dejadez o incompetencia

Agregan que “este Gobierno ha conseguido lo que quería, bien porque lo tenía premeditado bien por dejadez o incompetencia, pero lo cierto es que nos tienen callados. Les dimos todas las facilidades, creimos en su buena voluntad y cesamos nuestras protestas, quizás antes de tiempo y no se respetaron las líneas rojas pactadas con los sindicatos, cosa que no dependió de este movimiento”.

Los agentes del Cuerpo autonómico afirman que “estamos en primavera, y luego llegará el verano, y ya sabemos lo que pasa en Navarra: fiestas, carreras ciclistas, romerías, elecciones, San Fermín... Pero estamos a tiempo, vamos a darles la campaña electoral. Y sindical, que ya va siendo hora de poner a cada uno en su sitio. Se han reído de nosotros, ¡qué no les salga gratis!”, aseveran, para finalizar advirtiendo de que “viene una primavera calentita, y no climatológicamente hablando”.