La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Pamplona ha enviado en la noche de este viernes a prisión provisional, comunicada y sin fianza, a Yarisleydis Ávila Pérez, la mujer de origen cubano de 31 años que mató de una cuchillada en el corazón a su expareja, Raúl Sierra Pérez, de 45 años, este pasado miércoles en el barrio de la Rochapea de Pamplona. Le imputa de manera provisional un delito de homicidio. La detenida dijo que no tenía intención de matarle, pero que se abalanzó sobre ella cuando portaba el cuchillo y se lo clavó sin explicar cómo. La jueza no cree su versión.

La magistrada aprecia un relevante riesgo de fuga para decretar el ingreso en prisión de la detenida derivado de la entidad de las penas que en su día pudieran imponerse, de hasta 15 años de prisión en el caso de que fuera condenada por un homicidio doloso, dado que el hecho de que tenga una hija de seis años en territorio español no impediría un eventual abandono del territorio nacional de ambas.

La procesada ha declarado en el juzgado que la víctima había cogido una piedra con la mano y que la estaba amenazando y que entonces ella respondió cogiendo un cuchillo, que levantó el brazo y que él se abalanzó sobre ella y se le quedó clavado el cuchillo.

Sin embargo, la jueza aprecia que la versión de la detenida no cuadra con los indicios existentes. La magistrada resalta que la mujer acudió voluntariamente al domicilio, que no presentaba signos de haber sido agredida y que, además de ello, "no ha proporcionado un relato de hechos coherente y lógico sobre cómo le habría amenazado o intentado agredir el fallecido". Además, "la propia actitud de la investigada cuando él cayó inmóvil al suelo en la planta baja del inmueble, pasando lentamente a su lado, restan verosimilitud al relato de hechos efectuado por la investigada", dice la resolución.

"Ahora iré a la cárcel, pero me daba muy mala vida"

El auto de la jueza resalta que la encausada reconoció de manera espontánea haber acuchillado a su expareja tanto ante los policías y ante un vecino. De hecho, resalta el atestado policial, que a los agentes les dijo: "Me estaba tocando los cojones y he venido a por él". Además, a otra vecina, que auxilió al fallecido, le dijo: "Yo lo he matado, ahora iré a la cárcel pero me daba muy mala vida".

Los investigadores de la Policía Municipal y de la Policía Nacional han reunido también suficientes indicios para reconstruir la escena del crimen y, de hecho, en la mañana de este viernes se ha llevado a cabo una segunda inspección ocular, disponen del arma con el que se cometió la cuchillada mortal (un cuchillo lavado con agua con restos de sangre) y la autopsia realizada en el Instituto Navarro de Medicinal Legal y Ciencias Forenses ha determinado que la acometida fue directamente a una zona vital como el corazón.

El estudio forense no ha detectado ninguna otra lesión en el cuerpo de la víctima del homicidio, ni siquiera heridas defensivas sufridas al intentar repeler un ataque por parte de su expareja, detenida por la Policía Municipal de Pamplona. Tampoco ella presentaba ninguna lesión tras los hechos ocurridos en el número 6 del parque de los Enamorados de Pamplona.

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La hipótesis que manejan los investigadores es que el acuchillamiento se produjo en el curso de una discusión en la vivienda, en la que resultaron dañados algunos elementos. Tras la agresión, el hombre salió del piso situado en la tercera planta y pudo bajar por las escaleras hasta el portal del edificio. La ropa que llevaba (una camiseta y un chaleco) evitaron que en su recorrido quedasen restos de sangre.