La madre y las dos hermanas de César Gascón Zuazu han expuesto este miércoles en el juicio que se celebra en Pamplona que acudieron en diferentes ocasiones a pedir “ayuda a los servicios y sociales e, incluso, a un fiscal” porque sabían que “esto iba a pasar” y lamentaron que nadie impidiese el crimen.

A preguntas del abogado José María García Elorz, las tres testigos explicaron que el hombre acuchillado estaba diagnosticado de trastorno bipolar, mientras que su hermano lo fue de trastorno disocial de la personalidad. Dado que ninguno se trataba de sus patologías, la convivencia de ambos, que se inició en solitario a partir de la muerte del padre de ambos en 2015, era muy conflictiva

La madre, cuya declaración en el juzgado de instrucción fue reproducida este miércoles en el juicio, afirmó que “ellos mismos decían que se iban a matar, los dos me lo han dicho, cada uno por su lado. Así que pedimos ayuda a los servicios sociales y también fui al juzgado y hablé con un fiscal, pero me dijo que hasta que no pasara, no podían hacer nada. Yo sabía que esto iba a pasar, esto ya lo había llorado”, manifestó.

"Que pese sobre su conciencia"

En el mismo sentido se manifestó la hermana mayor. “Todos estábamos muy preocupados y sabía lo que iba a pasar. Lo avisé en Bienestar Social, les dije que se iban a matar, no sé quién a quién, y me dijeron que no nos acercásemos, así que les dije que lo que pasase iba a caer sobre su conciencia”.

Igualmente, la hermana pequeña comentó que “ambos decían que se iban a matar y les dábamos credibilidad. Mi madre llevaba bastantes años pidiendo ayuda y nadie le dio una solución”.