La víctima, que sufrió violaciones de manera continuada en su infancia y adolescencia entre 2009 y 2013 por parte de su padrastro, explicó en el juicio que decidió denunciar 9 años después de que cesaran, en 2022, porque ya no podía callarlo más. Para entonces, la joven había superado los 20 años y afirmó que "debido a su situación personal, mental, psicológica, sexual, indicando que comentó parte de lo sucedido con su pareja y este le animó a contárselo a su madre, lo que hizo posteriormente, escribiendo una carta a su madre narrando lo sucedido para que la leyese, si bien, al ir a entregársela, le fue contando parte de los hechos, procediendo seguidamente a formular la denuncia".

Ese episodio, en que el su madre recuerda que la joven lloraba intensamente, que casi no le entendía y que creyó cuanto le dijo, ha resultado ahora crucial para una condena de 11 años de prisión a su padrastro. La pena, impuesta en la Sección Primera de la Audiencia Provincial, establece también una prohibición de aproximarse a la víctima durante doce años, una medida de 7 años de libertad vigilada y una indemnización de 25.000 euros a favor de la víctima.

Agresiones desde 2009 a 2013

La Sala recuerda que el procesado, ahora de 54 años, inició a partir del año 2002 una relación sentimental con la madre de la víctima. Vivieron en Pamplona y Comarca, tanto con la víctima, hijastra el encausado, como con la hija de la pareja, tres años más joven. La denunciante recordó que cuando solo tenía entre dos y cuatro años de edad, aprovechando que su madre no estaba en casa con frecuencia por estar trabajando, "el acusado comenzó a realizarle diversos tocamientos, aprovechándose de la edad de la niña y de la ascendencia que tenía sobre ella".

La Audiencia relata que "estas conductas fueron aumentando en frecuencia e intensidad, y a partir del año 2009, cuando ella no había alcanzado los 10 años y que el acusado se quedaba al cuidado de las niñas, la sacaba de la habitación en la que dormía con su hermana y la llevaba al salón de la casa, o hacía que la misma fuese a dicho salón, donde, en el sofá, cometía diversas agresiones sexuales sobre ella. Estas acciones, que repitió el procesado en numerosas ocasiones, se realizaron por el mismo hasta el año 2013, cuando abandonó la vivienda, al cesar su relación con la madre de la menor".

La víctima no comunicó estos hechos a nadie, hasta que, poco antes de interponer la denuncia el día 20 de julio de 2022, se lo comunicó, en primer lugar, a un joven que en aquel momento era su pareja, y, posteriormente, a su madre, lo que hizo el día anterior a aquel en el que interpuso denuncia.

Actualmente y como consecuencia de los actos llevados a cabo por el procesado sobre ella, la joven presenta cierta inestabilidad emocional y alteración psicológica, entre otras, que las peritos forenses atribuyen a "la presencia de indicadores y alteración psicológica que pudiera estar relacionada con una situación de agresión sexual continuada durante la infancia y la adolescencia".

Además, sobre el hecho de que tardara 9 años en denunciar, se expone en la sentencia que "es razonablemente explicable que la denunciante, dadas las circunstancias concurrentes en la misma, atendida su edad y su situación personal y familiar, no detectase, siquiera, inicialmente, los abusos mismos de los que era objeto, y si bien, posteriormente, se retrasó la denuncia, la misma era aún muy joven, conviviendo en soledad con lo que le ocurrió y con las consecuencias psicológicas que experimentó, denunciando cuando venció las barreras que lo dificultaban y consideró que era el momento adecuado a su situación".

A este respecto, aluden también a que la psicóloga indicó en el juicio "que la tardanza en denunciar por personas que han sufrido abusos en la infancia es habitual y añadió la psicóloga, en cuanto al momento en el que en este caso se hizo, que puede obedecer al hecho de que, al tener pareja la denunciante y surgir problemas para tener relaciones sexuales normales, ello pudo ser el desencadenante de la denuncia, favoreciendo la decisión de interponerla".