Juan Andrés de Luis, vecino del número 23 de la avenida La Lostra de Noáin, y su hermana Lidia, propietaria de una vivienda del número 29, aguantaban el frío este miércoles por la mañana junto al cordón policial de la zona afectada por al explosión de gas con una maleta y varias bolsas aguardando poder pasar a sus domicilios, algo que han conseguido tras casi una hora de espera.
Al salir, Juan Andrés se ha mostrado aliviado porque su casa "apenas a sufrido daños". "En la terraza tenemos algunos cascotes pero lo que es la vivienda está en buen estado y eso que está prácticamente enfrente de donde se produjo la explosión. Ahora habrá que ver si ha habido algún daño en la estructura, porque hay que tener en cuenta que tenemos garajes", ha señalado.
En cualquier caso, no parece que vayan a poder volver este miércoles a vivir a sus casas, algo que puede retrasarse días: "No sabemos cuándo vamos a poder regresar, yo tengo la suerte de que no tengo hijos y estoy viviendo en Iturrama en casa de mis padres, pero hay gente que está con críos en hoteles".
No obstante, las ganas de volver a sus hogares se mezclan con cierto miedo a que pueda volver a ocurrir otro incidente. "Queremos volver pero da cierto respeto todo lo que ha pasado, aunque parece que ya no hay riesgo porque está todo el suministro cortado. Ahora solo queda esperar", ha señalado este vecino de Noáin.