El Athletic de Bilbao continúa pescando en Tajonar y, después de anunciar el fichaje de Adama Boiro por los dos millones de euros que figuraban como vía de salida en su cláusula de rescisión, también van a incorporar a su disciplina, al joven futbolista Iker Quintero, del cadete A de Osasuna, jugador por el que el club espera poder obtener una compensación económica.

La situación de Quintero es completamente diferente a la de Boiro, anunciada a última hora de este miércoles. Osasuna se encuentra en una situación indefensa respecto al canterano. Los clubes no pueden firmar contratos profesionales con sus futbolistas menores de 16 años por lo que, a falta de este vínculo laboral, el jugador, o su entorno, es libre de poder cambiar de equipo sin que su club actual pueda negarse o exigir la propia cláusula de rescisión, como sí que ha pasado con el ya exlateral zurdo del filial.

Ante esta circunstancia, Osasuna tiene dos opciones. La primera, iniciar un proceso judicial con el Athletic y, la segunda, negociar con el propio club para recibir una compensación económica que pueda paliar el daño sufrido por su dura estrategia de captación de futbolistas, después de que la entidad de Ibaigane haya llegado a un acuerdo con el entorno del futbolista.