Luca Dazi ha puesto fin a su polémica andadura en ‘MasterChef 11’. El 'tiktoker' ha sido muy criticado durante el concurso por su actitud y triquiñuelas (llegó a robar ingredientes a uno de sus compañeros y, según algunos de los aspirantes, fingió un desmayo). Este martes se convertía en el expulsado de la noche por un plato desastroso.

El equipo de Luca, en el que ejercía de capitán, acabó en la prueba de expulsión. Pilu tenía que asignarle un plato y decidió que preparara un guiso de chopo y cebolla. La otra opción era un escabeche de gallo.

Al poco de empezar el cocinado Luca se empezó a bloquear. "No puedo, no sé por dónde empezar", le dijo a Pepe Rodríguez, quien la animó a continuar y no tirar la toalla.

Limpiar la sepia fue todo un drama para el joven. Pepe intentó echarle una mano para que no se agobiara y poco a poco se fue tranquilizando, aunque cometió un error fatal.

La teja de tinta se le quemó y en la recta final de la prueba, suponemos que preso de los nervios, añadió la tinta sin cocinar, arruinando por completo el plato. Cuando se dio cuenta, lanzó una advertencia a los jueces: “Yo te recomiendo que entonces mejor no lo pruebes".

Jordi y Samantha se comieron la teja, mientras Pepe se atrevió con el resto del plato. “Está amarga como un demonio, chamuscada. No os lo comáis”, dijo el chef refiriéndose a la tinta. Luca también la tuvo que probar, lo que le provocó una arcada. Ambos acabaron con la boca negra, lo que provocó las risas tanto del jurado como de los participantes.

Ana y Luca se jugaban la expulsión. Finalmente fue Luca, quien abandonó el programa asegurando: “Me voy siendo otro”.