El día en el que el Tour, sin compasión, se acercó al tremendismo con una etapa despiadada que arrodilló a muchos y que mandó a otros gatear, Pello Bilbao, firme, se mantuvo en pie. En su mejor actuación de siempre, el de Gernika fue tercero en Courchevel tras una jornada salvaje. El vizcaino, vencedor de una etapa, mira ahora la general, donde es sexto. Avanzó un peldaño. No tiene lejos el Top-5. Inconformista, tratará de agarrarlo en lo que resta de carrera. El podio no lo contempla. “Pensar en la tercera plaza del podio es una locura”, sostuvo el gernikarra, que firmó una actuación memorable. Llegó por delante de Vingegaard.

“Al final Vingegaard miraba para atrás, vi que se acercaba y llegó, entonces me pegué a su rueda y nos hizo el tramo final en La Loze. Allí sufrimos a tope hasta la cima, y luego bajando tiró de Gaudu y de mi, dejándole a él la responsabilidad. Hice el mejor esfuerzo para llegar a meta”, dijo Bilbao en meta. Los jueces advirtieron al de Gernika por quitarse a un espectador de encima en la subida al Col de la Loze. Pello Bilbao gestionó nuevamente de maravilla sus fuerzas. Eso le diferencia de otros muchos. Sabe explotar sus virtudes. Se adelantó. “Sabía que era difícil ganar la etapa, había mejores escaladores que yo, pero me defendí sin volverme loco en La Loze. Estoy muy agradecido con Jack Haig, ha sido clave en la etapa. Mi puesto se lo debo en un 50 por ciento”. Al Tour sólo le queda el sábado para hacer loca la carrera. Ahí quiere estar Bilbao. “No sé cuál es mi techo, estas etapas me van bien, corrí a mi manera. A ver si sale otra etapa loca y podemos mejorar”, apuntó Pello Bilbao, prodigioso en el Tour.