La Comisión Europea (CE) presentará antes de finales de año su propuesta para aplicar en la Unión Europea el acuerdo global para introducir un tipo mínimo del 15 % en el impuesto de sociedades, que busca evitar que las grandes multinacionales trasladen sus beneficios a paraísos fiscales para no contribuir al fisco.

El objetivo es que todos los Estados miembros estén en disposición de aplicar estas normas en 2023, tal y como prevé el acuerdo sellado en octubre por los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), según explicó el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, en un debate con la subcomisión de Asuntos Fiscales de la Eurocámara.

"Una vez que la OCDE haya acabado los detalles técnicos del acuerdo, las llamadas reglas modelo, lo que esperamos ocurra dentro de una semana, la Comisión Europea avanzará muy rápido para ponerlo en práctica en la UE", dijo Gentiloni. Las propuesta de directiva europea será "totalmente coherente" con estas reglas, explicó el comisario, quien consideró que si se mantienen las líneas del acuerdo de la OCDE -al que se acabaron sumando los Veintisiete- será posible que los Gobiernos de la UE alcancen pronto la unanimidad para aprobar la directiva.

Bruselas querría ver la medida adoptada en la primera mitad de 2022. El acuerdo sobre el llamado Pilar II de las negociaciones de la OCDE fija un tipo mínimo del 15 % para el impuesto de sociedades para aquellas empresas que tengan una facturación global anual superior a los 750 millones de euros, lo que arrojaría una recaudación adicional de 150.000 millones de dólares al año a nivel global, según la OCDE.

El otro pilar del pacto, pensado sobre todo para adaptar la fiscalidad internacional a los nuevos modelos de negocio digitales, establece que el beneficio residual de las empresas (el que queda después de que el país donde esté la sede se haya quedado con el impuesto correspondiente al 10 % de la rentabilidad) se repartirá entre todos los países donde operan las compañías.

En este caso, Gentiloni recordó que la Comisión Europea ha decidido retrasar su propuesta para introducir una tasa digital en la Unión Europea a la espera de que concluyan los trabajos técnicos en la OCDE, lo que se espera para finales del próximo año. Bruselas espera que la recaudación con esta futura tasa sirva para nutrir el presupuesto comunitario.

Y cuenta con tener "más claridad" sobre cómo procederá con su propuesta una vez que se "estabilice" el texto de la convención multilateral responsable del acuerdo, la próxima primavera, según explicó Gentiloni. "La CE considera la implementación del acuerdo global de la OCDE como la prioridad número uno en materia de tributación empresarial", dijo el comisario italiano, quien recordó, no obstante, que esperan hacer otras propuestas en este sentido.

Entre ellas, una para atajar el uso de sociedades pantalla y otra para obligar a las grandes empresas a desvelar el tipo efectivo de impuesto de sociedades que pagan en cada país.