El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha defendido que la reforma de las pensiones que ultima su Gobierno es "justa y responsable" y ha advertido de que, en el conjunto de Europa, el país va con "retraso" en esta materia.

Macron, que ha comparecido ante los medios junto al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ve "legítimo" que se expresen todas las opiniones y confía en que las manifestaciones sindicales convocadas este jueves en Francia --más de 200-- transcurran sin incidentes.

De cara al futuro, ha prometido actuar con "espíritu de diálogo", pero también con "determinación" y "responsabilidad", por lo que mantiene sobre la mesa una reforma que prevé elevar a los 64 años la edad legal de jubilación y que amplía el periodo de cotización para recibir la pensión máxima, hasta los 43 años.

En este sentido, ha sugerido que cuenta con el aval de las urnas, tanto por las elecciones presidenciales de las que salió vencedor como por las parlamentarias posteriores, en la que los partidos que le apoyan obtuvieron la victoria, pese a no gozar de mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.

El Consejo de Ministros francés tiene previsto aprobar la próxima semana el proyecto, pero Macron ha avanzado que todas las partes podrán expresarse y tratar de "enriquecer" el texto en la posterior fase de debate.

Sí ha querido enfatizar que "salvar" el sistema pasa por una reforma a fondo, teniendo en cuenta la "solidaridad" intergeneracional y que cada vez hay menos trabajadores en activo para sustentar la creciente masa de pensionistas.