Preparados para disfrutar. ¿Están deseando pasar el verano al fresco y disfrutar de las mejores vistas, los mejores pintxos y la calidad humana de sus gentes? Esta es la propuesta adecuada.

Casco antiguo de Donostia

Pasear por las calles estrechas y con encanto del Casco Antiguo es la mejor forma de abrir nuestro apetito. Y es que este lugar posee la mayor concentración de bares por metro cuadrado de todo el mundo. Está situado al este de la ciudad, a los pies del Monte Urgull, y de él recomendamos lugares como la Plaza de la Constitución y la Iglesia de Santa María del Coro.

Museo San Telmo

Inaugurado en 1902, este museo dedicado a la cultura e historia vasca posee más de 26.000 elementos etnográficos, arqueológicos, históricos, fotográficos y artísticos sobre el mundo vasco. Una de las cosas más curiosas del Museo San Telmo es su estructura, pues está constituido por dos edificios: el original, que es un convento dominicano del siglo XVI que mezcla estilo gótico y renacentista, y el nuevo, más moderno y vanguardista y diseñado por los arquitectos Nieto y Sobejano.

Hondarribia

También conocido como Fuenterrabía, esta ciudad amurallada está situada en la desembocadura del río Bidasoa, en Bahía de Chingudi, muy cerca de las preciosas playas de las Landas (Francia). Su trazado es genuinamente medieval, por lo que los viajeros pueden disfrutar de sus estrechas calles en las que además pueden comer buenos pintxos creativos.

Peine del viento

En 1976, el escultor vasco Eduardo Chillida creó el Peine del Viento, una obra compuesta por tres esculturas de acero que, fundidas sobre la roca, reciben los golpes del oleaje y el viento procedentes del mar Cantábrico. Las esculturas están situadas al final de la playa de Ondarreta, en la bahía de la Concha. Además de las formas de acero, Chillida también diseñó un sistema de tubos por el que, con el viento y el agua pasando a través de ellos, los días de tormenta se genera un impresionante espectáculo de sonidos y chorros de agua pulverizada.

Zarautz

Un paraíso surfero a 15 kilómetros de la capital. Fue el lugar de veraneo de la reina Isabel II, que se alojaba en el Palacio de Narros. Merece la pena visitar: la Casa Gamboa, la Casa Makatza, la Iglesia de Santa María de la Real, el Convento de Santa Clara, el Convento de los Padres Franciscanos, la Ermita de San Pelayo, la Ermita de Santa María o la Ermita de Santa Bárbara.

A nivel internacional

Tras Tokio, Donostia es la ciudad del mundo que más Estrellas Michelin aglutina, con 16. En 2017 la ciudad fue calificado como Mejor Destino Gastronómico del Mundo, y no es de extrañar, pues aquí poseen sus restaurantes chefs de renombre internacional como Andoni Luis Aduriz (Mugaritz), Pedro Subijana (Akelarre), Juan Mari Arzak o Martín Berasategui. Asimismo, San Sebastián es famosa por sus pintxos, joyas gastronómicas en miniatura que son la excusa perfecta para salir a la calle e ir de bar en bar probándolos todos.