Científicos de la Fundación Charles Darwin, en las Islas Galápagos, han perdido contacto con Cassiopeia, una hembra de tiburón martillo común (Sphyrna lewini) que acababa de regresar de un viaje de 4.000 kilómetros a través del océano Pacífico hasta las costas de Panamá. El motivo del viaje no era otro que parir, (esta especie de pez es vivípara) en los manglares panameños y dejar allí a su descendencia en una especie de guardería en las que las crías encuentran comida y refugio desde su primer día de vida, ya que ningún adulto se va a ocupar de cuidarlas. Tras el trance, Cassiopeia inició el viaje de regreso al archipiélago de las Galápagos.

Una migración controlada por satélite

Lo excepcional del caso de Cassiopeia es que fue localizada en febrero por los técnicos que trabajan en un estudio sobre estos animales con claras señales de embarazo, por lo que se le colocó un dispositivo de seguimiento vía satélite. El objetivo era conocer sus movimientos durante el periodo de gestación.

Estudios anteriores habían mostrado viajes hasta las islas de Coco y Malpelo, pero en esta ocasión buscaban investigar los viajes hasta las costas del Pacifico de Centroamérica y Sudamérica, según explicó el doctor Pelayo Salinas de León, científico marino de la Fundación Charles Darwin. Cassiopeia migró hasta los manglares de Panamá, a donde llegó entre marzo y abril, pasando por la isla del Coco, a medio camino entre su hogar y la zona de parto, para volver directamente a la isla Darwin en Galápagos.

Recorrido que realizó Cassiopeia durante su periodo de gestación.

“Este rastreo satelital proporciona las primeras pruebas directas, inequívocas y definitivas de la conectividad entre las Islas Galápagos y las zonas de cría en la costa continental de las Américas para esta especie en peligro”, concluye Salina de León.

Corredores protegidos

Y este el quid de la cuestión. En su viaje, Cassiopeia ha atravesado aguas de tres países y esquivado numerosas redes y líneas de aparejos para cumplir con su parte en el ciclo vital de su especie. La hembras de tiburón martillo dan a luz entre 12 y 41 crías tras 11 meses de gestación.

La sobrepesca y la pesca no regulada son la mayor amenaza que sufren esta y otras especies de escualos. A él se añaden los riesgos de la destrucción de hábitats por la acción humana y las transformaciones ambientales derivadas del cambio climático.

Por ello, los científicos destacaron la necesidad de crear pasillos protegidos para que estos grandes peces puedan migrar sin ser molestados. Se calcula que la población de Sphyrna lewini se ha reducido en un 80% desde 1980, por lo que está en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza desde 2019. Es decir , que se encuentra muy amenazada y en peligro crítico de desaparecer.

¿Donde está Cassiopeia?

Tras haber registrado este viaje de más de 4.000 kilómetros, desde hace un par de meses que los científicos de la Fundación Darwin, a los que se suman los de la Dirección del Parque Nacional de Galápagos, la Fundación Save Our Seas y el Instituto de Investigación Guy Harvey de la Universidad Nova Southeastern, se afanan por localizar a la viajera Cassiopeia.

El satélite no la ha registrado durante este tiempo, por lo que cifran sus esperanza en que el emisor se haya desprendido y escualo de dos metros y medio y una edad calculada entre 10 y 25 años siga nadando libre. Y es que en otras ocasiones saben que alguno de sus animales marcados ha sido pescado porque “la marca misteriosamente aparece en la casa de alguien transmitiendo”.