Está ahora mismo en el elenco principal de La Unidad, una serie que se puede ver en Movistar+ y que se adentra en el mundo de la investigación sobre el terrorismo yihadista, y reconoce lo mucho que disfruta con su personaje. Aunque muchos de sus trabajos la sitúan en papeles de mujer árabe, ella no cree que se esté encasillando y se siente muy afortunada con las oportunidades que va teniendo en un mundo tan difícil como el de la interpretación. Es una mujer dinámica y políglota (habla cinco idiomas, euskera incluido) lo que la posiciona muy bien en el mundillo audiovisual. Gernika es su casa y lo tiene muy claro, aunque siempre que puede va a Teherán, la ciudad en la que nació su padre. Irán es para ella un país con magia, le gusta en todos los sentidos y lo recomienda. Perderse en el Gran Bazar de la capital iraní dice que es uno de sus placeres.

¿Cómo se siente por segunda vez en una serie como La Unidad

Pues la sensación es fantástica. En esta ocasión la trama ha cambiado y la frase que define a la serie es: El objetivo somos nosotros. Najwa, mi personaje, está también bajo las amenazas que hay en torno al equipo de policías que forman parte de la trama de esta historia. Incluso ve peligrar su vida, porque hay alguien que está traicionando al grupo. En esta temporada hay sospechosos por todas partes. Es bastante interesante en esta entrega ver el lado humano o más vulnerable de los agentes que se vuelcan en la lucha contra el yihadismo.

¿Ha crecido su personaje en esta temporada?

Se convierte en clave, porque es la única que entiende árabe. Najwa es una mujer decidida y desempeña su labor dentro del equipo por vocación y con convicción.

Estudió usted Magisterio.

Sí, y Arte Dramático en la Escuela Superior de Sevilla, pero ha pasado mucho años de aquello. Después he seguido preparándome, he hecho cursos de teatro y de canto, he sacado un disco... Me gusta mucho cantar, bailar y todo lo que tenga que ver con la farándula.

Pero su titulación de Magisterio no la habrá utilizado.

No, y creo que soy muy afortunada por poder vivir del trabajo como actriz. Es lo que quiero. Pienso aprovechar todas las oportunidades en el mundo de la interpretación y por ahora no me puedo quejar.

Se fue a estudiar a Sevilla, poniendo kilómetros de distancia con Euskadi.

Ja, ja, ja… Me quería ir lejos y elegí la otra punta. Pasé las pruebas, hice la maleta y me marché. Me sentía bastante atraída por Sevilla. Tenía amigos y conocía la ciudad, que siempre me ha parecido un lugar fantástico. Toda mi vida me ha gustado salir, viajar, estar en lugares distintos. Soy de culo inquieto. Me gusta conocer nuevos sitios, nuevas culturas, hablar con gente diferente. Sevilla fue también una oportunidad más para acercarme a la música, al flamenco, al olor que tiene, a sus colores... Es una de mis ciudades favoritas del mundo.

Y tiene embrujo.

Embrujo es la palabra que define a Sevilla, sin duda. A mí, y a mucha otra gente también, esa ciudad nos ha embrujado. Es mágica, un lugar al que siempre apetece volver.

Se estrenó como actriz en Goenkale

Y no sabes lo bien que me sentí cuando lo conseguí. Ya desde pequeña supe que quería dedicarme a la interpretación y era fanática de esa serie. Fíjate hasta dónde llegaba que cuando mi madre me castigaba era sin ver Goenkale. Trabajar en esta serie ha sido uno de mis grandes sueños cumplidos. Para mí era lo más y lo conseguí. Cuando me llamaron del casting para decirme que me habían cogido, fue como, ¡guau!, y pensar: Esto empieza a ir bien. En el pueblo, mis padres y la gente de allí siempre me decían: A ver cuándo te vemos en ‘Goenkale’. Y me vieron.

Les dio el gusto.

Sí, y fue una experiencia increíble. Es un trabajo que por mucho tiempo que pase nunca olvidaré. Era un sueño que había tenido de niña y que se cumplió. Estuve también en un capítulo de Bi eta bat, y recuerdo un programa que también hice en ETB, 3txulo, que era para niños, en total éramos cuatro personajes y el mío era de origen sirio. Me encantó hacer ese trabajo para un público infantil, que además tenía un tono muy cómico. Fue divertidísimo, risas aseguradas. Esta fue una etapa estupenda. Me gusta mucho la comedia y 3txulo era jugar, era terapéutico, porque las risas son eso, terapéuticas.

Casi siempre le adjudican personajes árabes. ¿No teme el encasillamiento?

En absoluto, no lo temo. Cualquier oportunidad para desarrollar un personaje me parece excelente. Además, y al margen de su origen, cada personaje tiene su historia, sus matices y sus colores. No me molesta. Como digo, cualquier oportunidad de trabajar me parece buena.

¿Fue una sorpresa que le ofrecieran La Unidad?

Cualquier oferta te sorprende. Recuerdo que estaba entonces viviendo en Londres. Cogí un vuelo a Madrid para hacer un casting con Eva Leira y Yolanda Serrano, y cuando me dijeron que tenía el personaje de Najwa estaba encantada. Imagínate, trabajar con un director como Dani de la Torre y con un reparto brutal: Marian Álvarez, Nathalie Poza, Fele Martínez, Raúl Fernández, Michel Noher, Luis Zahera…

Fariba Sheikhan reconoce lo mucho que disfruta con la vida propia de la farándula.

¿Ha dejado atrás Gernika?

Es el lugar donde nací y donde estoy viviendo actualmente, aunque hasta hace poco he estado viviendo en Donostia. A Madrid suelo ir cuando tengo trabajo, aunque es una ciudad excelente para vivir. En estos días estoy en Alicante rodando una película. La verdad es que vivo de aquí para allá, y es algo que me gusta.

Es usted de origen persa, el país de su padre. ¿Lo conoce?

Muchísimo. Conozco Irán, me encanta, e intento visitarlo todos los años. Suelo ir un mes o mes y pico. Allí me muevo como pez en el agua. Viajo mucho por todo el país, lo hago en autobús y también andando. Disfruto mucho de los olores y de la dinámica del país, de la gente. Al igual que Sevilla, en este caso no diría que embrujo, pero sus ciudades tienen un gran magnetismo. Irán tiene una historia interesantísima, además de un arraigo cultural increíble. Ir es un disfrute total.

Visto desde aquí parece un país lejano, no voy a decir hostil, pero sí difícil.

Sí, no voy a decir que no a esa impresión, pero es que hay mucho desconocimiento. Las fuentes se repiten muy a menudo. La gente se confunde muchísimo con Irak o con cualquier otro país. Al igual que pasa con otras cosas, a veces tendemos a meterlo todo en el mismo saco, y con eso nos perdemos un montón de oportunidades. Yo recomiendo viajar a Irán, y puedo decir que amigos que lo han conocido han vuelto totalmente fascinados. Es un destino que la gente suele repetir.

Curiosa combinación la suya: madre vasca y padre persa.

Eso es, mi madre es de Gernika y mi padre de Teherán, la capital de Irán. Se conocieron en Londres, se casaron y viven los dos en Gernika.

Tiene que haber mucho contraste cultural, muchas diferencias, ¿no?

Es evidente que cada país tiene su historia, su cultura, pero yo destacaría los puntos comunes entre los euskaldunes y los iraníes. En ambos lugares la gente es muy cercana. Los iraníes son muy cálidos en el trato, son amables, hospitalarios, generosos y familiares. Siento el calor familiar tanto en Euskadi como en Irán. Yo destacaría siempre la calidad humana. Sobre todo hay que hablar de ese arraigo que tienen los iraníes hacia su cultura, una flor que riegan cada día con mucho amor. Cuidan mucho su historia, sus costumbres, sus comidas…

¿Le gusta la gastronomía iraní?

Me fascina, es tan auténtica... Aquí en Euskadi a lo mejor hay más variedad, pero siento que allí la comida es una cosa que todo el mundo hace bien. Está aseguradísimo que en cualquier lugar del país al que vayas vas a comer muy bien. Allí puedes degustar cosas que son un manjar para los sentidos y los sabores son totalmente distintos a los de aquí. A mí personalmente me gustan mucho las especias y las mezclas. Creo que los sabores de Irán van en armonía conmigo.

¿Cuál es su plato favorito?

Kashke bademjan, unas berenjenas fritas. También hay una bebida que disfruto mucho, se llama doogh y es una especie de yogur líquido. Estos son los que más me gustan, pero me siento atraída por casi toda su comida menos por el cordero, del que no soy muy fan. Cuando estoy allí bebo mucho té negro, que me apasiona, aunque cuando vuelvo aquí no lo tomo tanto. Allí, la costumbre es que cuando vas a una casa te ofrecen muchísima comida y té negro.

La cocina vasca la conoce muy bien...

Es con la que he vivido siempre, la comida de casa, y claro que me gusta. Es que a mí me apasiona comer bien y eso está garantizado en Euskadi. Me gustan las ensaladas de mi ama y la tortilla que hace mi aita, aunque la tortilla no sea muy euskaldun, pero la que hace él me encanta. A mi padre le gusta mucho cocinar, experimentar. Él hace en Gernika cocina iraní, y hay un plato que le sale perfecto: cutlet, una empanada de carne con cebolla, patata, especias… Uno de mis productos preferidos es el pescado, y me encanta hecho al horno, a la piedra, a la parrilla... Me va la cocina de casa y me atraen los platos con mucho color.

Que disfruta usted con la gastronomía, vamos.

¿Verdad? Parece que estamos en un programa de cocina. Ahora que llevo un tiempo en un hotel en Alicante echo de menos la comida casera. No hay nada como preparar y comer lo que haces tú o lo que te hacen los tuyos. Tampoco es que me encante meterme en la cocina, pero se me da bien.

¿Es de las que hacen dieta para cuidarse?

No, aunque cuando como en exceso intento compensar un poco. Normalmente me lo pide el cuerpo. Es que escucho mucho a mi cuerpo, y si tengo hambre como, pero si no, no lo hago. Eso sí, siempre intento que todo sea rico y sano. Me van mucho las verduras y las legumbres, los platos coloridos y ligeros, y no aquello que puede ser perjudicial para la salud, como las comidas muy grasas.

¿Hay algún rincón de Gernika que eche de menos?

Me gusta mucho ir a pasear a Lumo, subir arriba y mirar Gernika desde lo alto. Lurgorri es otro de mis sitios favoritos, además de ser el lugar donde vivo.

Y tendrá algún sitio especial en Teherán...

Me gusta el meollo de la ciudad. Me siento muy a gusto donde están los bazares, y sobre todo el Gran Bazar, que es una maravilla que siempre recomiendo conocer. Me van mucho los sitios donde está el jaleo.

Habla usted varios idiomas, ¿no?

Euskera, castellano, inglés, farsi (persa) y un poco de francés. Estoy rodando en Alicante, todos los días hablo en euskera con mi madre y hablo también en farsi con diferentes actores que son de Afganistán e Irán. Hablo en todos los idiomas que sé casi todos los días.

PERSONAL

Edad: 34 años (7 de marzo de 1988).

Lugar de nacimiento: Gernika.

Familia: Su madre es de Gernika y su padre de Teherán.

Formación: Se formó como actriz en la Escuela Superior de Arte Dramático de Sevilla y en la Escuela de Cristina Rota. También estudió Magisterio de lengua extranjera con la especialidad en inglés. Ha hecho también cursos de canto, baile y teatro gestual. Es una apasionada de flamenco. Habla cinco idiomas.

Trayectoria: Comenzó su carrera de actriz en Goenkale. Estuvo en otra serie de ETB, Bi eta bat. Después pasó por el programa infantil 3txulo. Despegó en la profesión con su personaje en la serie diaria de Antena 3 El secreto de Puente Viejo, producción en la que estuvo durante 270 capítulos. Ha participado en Los nuestros y es una de las actrices de La Unidad, ficción de Movistar+ que se ocupa del terrorismo yihadista y que el viernes 18 de marzo estrenó su segunda temporada. En estos momentos rueda en Alicante una película con reparto internacional, de la que no puede contar nada.