ues primer piloto que repite victoria en una temporada en la que ni siquiera hasta ayer nadie había repetido en el podio. Bastianini sube de nuevo a lo más alto y presenta claramente sus credenciales para este año, no solo para contar con él para más victorias, sino incluso, por qué no, para llegar a Valencia con opciones a llevarse el campeonato.

Y además también presenta sus credenciales para optar a ese sillín de la Ducati oficial para 2023 que aún está por decidir. Porque los resultados de esta carrera en Austin hay que verlos desde esa óptica. Primero porque ahí están Enea que lo está reclamando. Pero también un inconstante Miller que se quejaba esta semana que nadie de la fábrica italiana se había puesto aún en contacto con él para la renovación. Y ya lo decía Carlos Checa comentando, que él sabía por experiencia propia lo que significa un silencio así desde Ducati oficial. Y ese puesto libre puede que sea el más deseado de la parrilla. Miller lo reclama con este podio, cuando hasta ayer no había ofrecido aún su mejor versión. Bastianini, como decimos, ya está llamando a la puerta, mientras que Jorge Martín lo hace cada fin de semana, aunque esta vez no tuviera el ritmo.

Curioso, por cierto, cómo Bagnaia, que sí que ha firmado la renovación con Ducati para 2023, ha sufrido un bajón espectacular, perdido probablemente con versiones Frankenstein de su Desmosedici para este año.

Otro que está soñando con renovaciones es Rins, que quiere quedarse en Suzuki y que fue, junto con la remontada de Marc, quien puso el espectáculo en Austin. Grandiosa su colección de adelantamientos a base de trazadas y frenadas que solo él hacía en la carrera y que en otras ocasiones le han llevado al suelo. Parece que el bueno de Alex está pleno de confianza y les está mostrando a los jefes de Hamamatsu que es la mejor opción que hay ahora mismo en la alineación de pilotos para continuar al mando de la GSX.

Y hemos hablado de espectáculo y hemos nombrado a Marc. Volvió a dar un recital de adelantamientos, algunos realmente al límite, para terminar sexto. En el más puro estilo Marc. Que le dure, por favor.