La polémica está servida en Cangas de Onís (Asturias) y viene de la mano de una escultura ligera de ropa. El municipio ha decidido instalar una talla de madera que muestra a un escanciador de sidra completamente desnudo.

La escultura, creada por el artista José Ángel Concha, ha sido instaurada a la altura de la rotonda de Soto, junto a la carretera de Covadonga, un lugar muy concurrido por creyentes que se dirigen al santuario de Covadonga a ver a la Virgen.

El hombre de madera sirve un vaso de sidra completamente desnudo, mostrando sus atributos. Este matiz ha generado mucha polémica entre los habitantes del municipio. Algunos defienden que la escultura muestra la actividad más popular de Asturias, escanciar sidra. Otros opinan que no es plato de buen gusto mostrar los genitales, cuando la escultura dista mucho de ser una representación realista de un cuerpo humano.

El concejal no adscrito de Foro de Ciudadanos, Pedro García Rama, es una de las personas que ha rechazado al escanciador. García ha exigido al Ayuntamiento la retirada del monumento y lo ha tildado de machista.

“Se trata de un símbolo machista de mal gusto y propongo su colocación alternativa a los pies de la escalinata de la calle Suárez de la Riva en Oviedo, en el camino de acceso al despacho de Adrián Barbón”, dijo García en referencia al presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón.

Pedro García Rama se mostró preocupado acerca de las consecuencias de la escultura en el turismo de Asturias. El concejal declaró a Europa Press que “frente a los políticos que pueden tomarlo "a risa", el turismo que tiene Cangas de Onís no cayó aquí porque sí, sino por el trabajo de los vecinos”.

Además, el concejal del Ayuntamiento añadió que la izquierda está convirtiendo Cangas de Onís en “el escaparate más cutre de Asturias porque les hace insoportable que la derecha gobernemos juntos”.

Por otro lado, para el artista de la escultura, José Angel Concha Riestra, sus obras son motivo de comedia y rechaza el escándalo.

El hombre desnudo sirviendo sidra no es la única escultura que ha creado Concha Riestra. El aficionado a la talla de madera ha creado una versión femenina, que aún no ha visto la luz.