La Cámara de Comptos, en contra de lo afirmado la semana pasada por Navarra Suma, no ha auditado las cuentas de la pasarela del Labrit ni ha podido determinar por tanto si la tramitación del expediente por parte del Ayuntamiento de Pamplona fue ajustada a la normativa.

Así lo recoge la Cámara de Comptos en el informe que emitió el pasado 11 de enero sobre la Cuenta General del Ayuntamiento de Pamplona correspondiente al ejercicio de 2021, donde niega expresamente que hubiera fiscalizado los gastos de la pasarela, pese a lo cual Navarra Suma lo omitió en su nota para defender su gestión.

Fuentes oficiales de la Cámara de Comptos han señalado a este medio de comunicación su sorpresa ante el contenido del comunicado de Navarra Suma, en el que de forma deliberada se afirma algo que no ha sucedido (por la fiscalización de los gastos de la pasarela).

Las mismas fuentes también han confirmado la intención de auditar la obra una vez concluya el expediente y se conozca el coste final de su reparación, lo que podría suceder próximo año.

Este episodio evidencia como pocos una práctica que se ha convertido en habitual en la política comunicativa del equipo de Gobierno durante la legislatura, especialmente en el último tramo: usar medias verdades para desviar la atención en algunos de los proyectos más problemáticos del mandato.

Ocurrió con el fallido proyecto del paseo de Sarasate, que el alcalde Maya metió en un cajón ante la imposibilidad de consensuar una propuesta; con la obra prevista para el aparcamiento y reurbanización de la plaza de la Cruz, que el Secretario ha echado atrás al no contar con el aval de la mayoría municipal, y ahora ha vuelto a suceder lo mismo con el gasto del arreglo de la pasarela del Labrit.

Rueda de prensa de Asiron y comunicado de respuesta

Este último capítulo tiene su origen en la rueda de prensa que el viernes pasado ofreció el portavoz de EH Bildu Joseba Asiron, que acusó al equipo de Gobierno de estar fraccionando las facturas para ocultar un desvío del gasto que se sitúa por encima del 70% (lo que supondría una vulneración de la ley de contratos, que fija un máximo del 50%).

Pocos minutos después de la comparecencia, Navarra Suma difundió a través de los medios de comunicación una nota en la que negaba las irregularidades y se remitía a un informe de la Cámara de Comptos como aval de su gestión en el citado expediente.

En concreto, Navarra Suma aseguró que el arreglo de la pasarela de Labrit es sido uno de los expedientes que la Cámara de Comptos ha analizado “minuciosamente” en su informe del 13 de enero.

En el comunicado también se aseguraba que el informe del órgano fiscalizador “no expresa dudas respecto al cumplimiento de la ley de contratos ni a ninguna otra normativa, llegando a afirmar que no hemos detectado deficiencias formales significativas en su adjudicación”.

La realidad, sin embargo, es algo diferente a lo que aseguró Navarra Suma. Efectivamente hubo un informe de la Cámara de Comptos sobre la cuentas del Ayuntamiento de Pamplona correspondiente al ejercicio 2021 y también es cierto que en uno de los apartados (pagina 65) hace una mención expresa a los gastos de la reparación de la pasarela hasta el momento.

Lo que deliberadamente omitió el comunicado de Navarra Suma

Lo que omitió Navarra Suma en su comunicado es que la Cámara de Comptos negó expresamente en ese informe que hubiera auditado el coste de las obras de reparación: “Al estar la ejecución de la obra sin finalizar no podemos cuantificar su importe total, teniendo en cuenta que el ejercicio 2022 excede el alcance temporal de la presente fiscalización, por lo que indicamos que la información y datos que incluimos en este apartado no han sido fiscalizados”.

Pese a la claridad expuesta por Comptos, Navarra Suma no lo tuvo en cuenta en su intento de responder rápidamente al portavoz de EH Bildu, que acusó al equipo de Gobierno de estar maquillando el desvío del sobrecoste facturando por tres conceptos distintos: alquiler del andamiaje, certificaciones de obra y contratos menores.

El gasto, por encima de 1,4 millones

Asiron afirmó que el Ayuntamiento ha pagado 1 millón de euros “directamente imputables a las obras y no los 807.000 que dice UPN”, lo que supone un “sobrecoste” del 70,71%. Una cifra que ascendería a 1,45 millones sumando “el coste de la dirección de obra (91.000 euros) los gastos previos a la adjudicación que, entre estudios, medidas de seguridad y adecuación alcanzan los 197.117,41 euros y la certificación final que aún falta por girar y que, calculamos, llegará a los 150.000 euros”. 

Pasando con las bicis por la recién abierta pasarela. Patxi Cascante

Los datos facilitados por el Ayuntamiento indican que las obras de refuerzo y reparación han tenido un coste de 807.214 euros, a los que hay que sumar los estudios y trabajos técnicos encargados desde 2016, además del proyecto de reparación, inspecciones y andamiaje, y de otras actuaciones alrededor de la propia infraestructura, alcanzando un gasto total de 1,4 millones de euros.

El Ayuntamiento ha anunciado que reclamará a las partes intervinientes en el proceso, desde la redacción del proyecto, a su ejecución y la dirección facultativa, a través de un procedimiento de responsabilidad.

Los responsables de la obra

El diseño y la dirección de obra de la pasarela corrió a cargo del equipo constituido por Boreas Nuevas Tecnologías SL, Óscar Pérez Silanes, Carlos Pereda Iglesias e Ignacio Olite Lumbreras. La UTE formada por Arian (80%) y Teusa (20%) fue la encargada de su construcción.

La pasarela fue inaugurada en diciembre de 2010 y en 2016 aparecieron los primeros problemas por problemas de oxidación con el deterioro de algunas planchas de acero y el desprendimiento de algunas de ellas. Tras varios cierres puntuales, la pasarela se cerró definitivamente en septiembre de 2016 y fue reabierta el pasado miércoles tras un largo y complejo proyecto de reparación.

En estos seis años se han realizado tres informes diferentes para determinar el estado de la estructura, el último en la actual legislatura, sobre el que se ha basado el proyecto de refuerzo y cimentación de la pasarela.

Lo que escondía la pasarela

El arreglo se adjudicó a Obenasa por 593.000 euros y estaba previsto que durase 15 semanas. En diciembre de 2021 comenzó la instalación del andamiaje necesario para los trabajos, que sufrieron continuos retrasos ante los problemas encontrados en la pasarela.

Según consta en la documentación del expediente, durante el desmontaje de las partes dañadas “se ha descubierto la verdadera realidad de la estructura detectándose múltiples problemas, como por ejemplo los cordones de soldadura incompletos o corrosiones más importantes de las previstas inicialmente”.

"Si en su momento se hubieran hecho las pruebas, algunas de las deficiencias detectadas se habrían descubierto"

Óscar Esquíroz - Director de Conservación Urbana

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Antes de su reapertura, se han llevado a cabo varias pruebas de resistencia en la pasarela, pruebas que no se hicieron en su momento y que según afirmó ayer el director de Conservación Urbana, Óscar Esquíroz, "si en su momento se hubieran hecho algunas de las deficiencias detectadas se habrían descubierto".

Sobre los problemas en la pasarela, Esquíroz apuntó que, entre otras cuestiones, había problemas de ausencia de soldadura en puntos importantes y de defecto de soldadura. Al respecto apuntó que se habían sustituido unas 42 o 43 toneladas de las 125 que tenía la pasarela y se ha aumentado un 30% la soldadura.