zarautz - "¡Madre mía del amor hermoso! ¡Pero mira qué bocado le ha pegado al Desierto Pequeño!". "¡Impresionante!". "¡Terrible!". "¡Qué triste ver así el pueblo!". Esas fueron las frases que se repetían en la mañana de ayer en Zarautz. La villa amaneció tras el fuerte temporal con cuatro socavones impresionantes en el Malecón: uno, el más grande, junto a la pérgola ubicada frente al restaurante Arguiñano, a la altura de la pista de skate, dos entre La Dama y la pérgola de Beraza, donde estaba anclada la escultura Canons 22 de Elena Asins y un cuarto delante del bar Marmol, en el espacio que ya contaba con un agujero previo al último temporal y que no pudo resistir al embate del mar durante la alarma roja. En este último caso no llegó a caer toda la estructura como en el resto de los puntos.

El municipio costero fue el más castigado por el último temporal en Gipuzkoa y las consecuencias dejaron boquiabiertos a los cientos de curiosos que se acercaron al Malecón. "Somos navarros y llevamos viviendo en Zarautz 60 años. Nunca habíamos visto algo así. Es increíble. ¡Horroroso!", exclamaba Julia Murugarren, mientras veía cómo el mar había hundido parte del paseo marítimo, entre Beraza y La Dama, llevándose por delante la escultura de la artista madrileña.

un gran disgusto Al ver que el mar derrumbó unos quince metros de esta espectacular obra de arte, este periódico contactó ayer con Elena Asins, afincada en Azpirotz (Navarra), quien con voz compungida admitía que le habían enviado las imágenes de los destrozos por correo electrónico, pero no había sido capaz de abrirlas. Asins obtuvo el segundo premio del Concurso de Escultura Paseo Marítimo organizado por el departamento de Cultura del Ayuntamiento de Zarautz en 1996. Canons 22 estaba compuesta por 72 cubos en piedra brasileña de metro cúbico de alto y la totalidad de la obra contaba con 143 metros de longitud y 120 toneladas de peso. La artista confesaba tenerle "un especial cariño" a casi siete años de trabajo. "¿Qué quieres que te diga? -respondía con tristeza al teléfono- Estoy tan sorprendida... asombrada al ver lo destructiva que puede llegar a ser la naturaleza. Tengo un gran disgusto. Me sentía muy orgullosa de esa obra. Mucha gente que visitaba Zarautz me decía que qué maravilla era... los que viven frente a ella también me lo comentaban cuando iban al municipio. Veremos si la restauran, porque estamos en la época que estamos y vale dinero", se lamentaba. De hecho, el Ayuntamiento se reunió ayer con la Dirección de Costas, quien aseguró que asumirá todas los trabajos que hagan falta para reparar los importantes daños causados por el temporal. Sin embargo, en el caso de las esculturas y las estatuas perjudicadas y sitas en el paseo marítimo, como la obra de Asins, aún queda por determinar a quién corresponde la reparación.

"Esto da mucho miedo y además, parece que cada año será peor... menos mal que los establecimientos estaban más preparados a conciencia en esta ocasión y han tenido más suerte. ¿Recogerán las partes de la escultura que ha caído?", se preguntaba el vecino José Ignacio Ostolaza al observar los socavones entre La Dama y la pérgola de Beraza. Gala Alcón, al igual que muchos zarauztarras, se encontraba paseando por el Malecón y aseguraba haber visto muchos temporales, pero ninguno tan fuerte como el de ayer: "Antes el mar golpeaba siempre fuerte en la parte de la plaza de la Munoa, pero ahora parece que el embate de las olas llega a todo el paseo marítimo. ¡Si se ha comido parte del Desierto Pequeño!". También hubo quien se acercó al municipio para ver la impresionante estampa. Fue el caso de Igor Agirre, de Altzo. En su día festivo aprovechó para venir a Zarautz junto a su familia. Contemplaban atónitos las dunas devoradas por el mar: "Es espectacular ver cómo el mar ha destrozado todo. Una cosa es verlo en la televisión, en Internet o en los periódicos y otra, muy diferente, verlo de cerca. Nos han impactado, sobre todo, los socavones que han aparecido en la escultura del Malecón". En la localidad más azotada por el embate del mar, además de quedar hundido el paseo marítimo en cuatro puntos, el Desierto Pequeño fue comido por las olas, las dunas totalmente destrozadas y tal y como indicaron los responsables del club a este periódico, las olas devoraron cuatro de los nueve hoyos del campo de golf.

"Pero, ¿esto qué es?, ¿un montaje?", se preguntó Rafa Basterretxea, veraneante de toda la vida en Zarautz, tras recibir las fotografías de los socavones en su móvil. "Algún madrugador me ha enviado un mensaje en el whatsapp y aunque me sorprendí en un primer momento, la verdad, sí me esperaba algo así, porque después de ver los boquetes que dejó el mar en algunas partes debajo del Malecón, era de esperar que antes o después se desplomaría", señalaba. "Estoy impresionado por la brutal fuerza del mar. No me extrañaría ver toda la primera línea inhabitable en unos años", indicaba el bilbaíno.

Los técnicos siguen valorando los destrozos, mientras los daños ocasionados por el temporal del 2 de febrero ascienden a 215.000 euros. El Ayuntamiento informó ayer de que el objetivo de la Administración es arreglar "cuanto antes" el Malecón, para primavera, con el fin de poder seguir ofreciendo la oferta turística del municipio en su totalidad. Es por ello que las autoridades, con el alcalde Juan Luis Illarramendi a la cabeza, se reunieron al mediodía con la Dirección de Costas del Ministerio de Medio Ambiente, y el diputado general Martin Garitano también visitó la localidad.

Los ingenieros de Costas y los técnicos del Ayuntamiento se acercaron al paseo marítimo para valorar los daños, mientras los trabajadores de la brigada municipal realizaban las tareas de limpieza para retirar las piedras y todos los elementos que arrastró el mar, con el objetivo de evitar mayores desperfectos. Desde el Consistorio aseguraron que la principal prioridad es arreglar los destrozos del paseo, ya que "desde un punto de vista socio-económico y turístico, se trata de uno de los mayores atractivos".

Por medidas de precaución, el Malecón seguirá cerrado. La carretera N-634, de Zarautz a Zumaia, por su parte, se abrió ayer al tráfico.