washington - El antiguo consejero de Seguridad Nacional de Donald Trump, el general Michael Flynn, ha empezado a colaborar con el fiscal especial de la trama rusa, Robert Mueller y en un paso histórico que supone una fuerte carga a la línea de flotación de la Casa Blanca, Flynn no solo aceptó los cargos de falso testimonio por haber mentido al FBI sobre sus conversaciones con el anterior embajador ruso, sino que ha admitido que el entorno del entonces candidato republicano le ordenó “entablar contacto directo” con Rusia.

El exasesor de la Casa Blanca Michael Flynn confirmó de viva voz que un “alto miembro de la campaña electoral” del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le pidió que contactara con oficiales rusos en diciembre de 2016, tras comunicar su declaración de culpabilidad por mentir al FBI en el marco de la investigación especial sobre la posible injerencia rusa en los comicios.

Tras su comparecencia ante un tribunal de Washington DC, Flynn ofreció su total cooperación a las autoridades para evitar en la medida de lo posible las consecuencias de un delito que podría acarrearle hasta cinco años de prisión.

“Después de 33 años de servicio a mi país”, declaró el general retirado de 58 años, “se me ha hecho muy difícil soportar tantos meses de falsas acusaciones de ‘traición’, así como otros de actos infames. Tales falsedades son contrarias a todo lo que he hecho y a todo por lo que he luchado”.

“Reconozco, no obstante, que las acciones que he aceptado ante un tribunal estaban equivocadas y que, a través de mi fe en Dios, estoy trabajando para arreglarlo”, aseveró

“Mi declaración de culpabilidad y el acuerdo alcanzado para cooperar con la investigación especial reflejan una decisión que he tomado en el mejor interés de mi familia y de mi país. Acepto la total responsabilidad por mis actos”, concluye la nota recogida por los medios estadounidenses.

conspiración en florida Flynn habría llamado por teléfono a miembros del equipo que preparaba la transferencia de poder entre Obama y Trump y llegó, incluso, a conversar con ellos sobre sus contactos con Rusia mientras estaban en el exclusivo club de Trump en Mar-a-Lago, en la costa sureste de Florida.

Según fuentes de ABC News, fue el entonces candidato Donald Trump quien dio a Flynn la “orden directa de entablar contacto” con Rusia. “Flynn ofreció su completa cooperación con el equipo” que lidera Robert Mueller “y está preparado para testificar que, mientras era candidato, Donald Trump le ordenó entablar contacto con los rusos”.

Además, de nuevo según fuentes de la cadena, Flynn “está preparado para testificar contra el presidente Trump, contra miembros de la familia Trump y contra otros integrantes de la Casa Blanca”.

desmentido de la casa blanca Por su parte, el abogado de la Casa Blanca, Ty Cobb, reiteró que ningún empleado de la administración Trump, comenzando por el presidente de Estados Unidos, tiene nada que temer sobre cualquier confesión que el ex asesor de Seguridad Nacional pueda hacer sobre supuestos contactos entre el magnate o sus subordinados con Rusia para decantar a su favor las elecciones.

Flynn dimitió en febrero tras ocultar al vicepresidente, Mike Pence, la naturaleza de sus contactos con Rusia, concretamente sobre sus reuniones con el entonces embajador de Rusia en Washington, Sergei Kisliak , que incluyen además una petición para dilatar un voto del Consejo de Seguridad de la ONU sobre asentamientos israelíes. Ello ha dado pie al abogado de la Casa Blanca a asegurar que “no hay nada en esta declaración de culpabilidad que implique a cualquier otra persona que no sea Flynn”.

El proceso contra Michael Flynn es producto de la investigación que en mayo comenzó el fiscal especial Robert Mueller para examinar los posibles lazos entre Rusia y la campaña de Trump para influir en las elecciones presidenciales de 2016 y favorecer la victoria del magnate republicano. - E.P./Efe

el fiscal mueller cierra el cerco

Trump como objetivo. Desde el inicio de la investigación, el fiscal especial situó en la diana al presidente. Quiere determinar si Trump cometió un posible delito de obstrucción a la justicia. Para ello, Mueller ha puesto cerco al equipo electoral del republicano en busca de indicios de coordinación con el Kremlin en la campaña contra Hillary Clinton, pero también ha analizado intensamente los manejos financieros del propio mandatario y sus consejeros. Hasta ahora había imputado a un asesor electoral que dio falso testimonio sobre sus conexiones con Rusia, así como al antiguo jefe de campaña Paul Manafort y a su socio Rick Gates. Pero la declaración del antiguo consejero de Seguridad Nacional abre las puertas mismas de la Casa Blanca: Flynn fue uno de los máximos cargos de seguridad de EEUU y un íntimo del presidente. Con su testimonio, Mueller tiene por primera vez en sus manos a un ex alto cargo del Gobierno.