En una época donde el estrés es el gran protagonista, el dolor y el malestar de muchas personas aumenta exponencialmente. Dolores de espalda, tendinitis, migrañas pequeñas "averías" que no nos impiden continuar, pero sí que hacen que nuestro viaje sea menos cómodo.

Elena Lecumberri, especialista en reflexología, nos propone una alternativa para mejorar ese sufrimiento e incluso conseguir que desaparezca a través de la reflexoterapia.

¿Qué es la reflexología?

La reflexología es una técnica ancestral que ayuda a restaurar el equilibrio físico y emocional de cada persona. Lo hace desde las plantas de los pies, en donde tenemos dibujado un mapa perfecto de nuestro organismo. La presión aplicada en cada uno de esos puntos mejora de una forma integral su estado de salud. A menudo, enfermedades, accidentes, temas laborales o afectivos nos provocan dolores corporales, estados de nerviosismo y un bajo estado anímico que podemos solucionar a través de esta terapia natural. Con masajes en las zonas afectadas, limpiaremos el cuerpo, resolveremos los bloqueos y recuperaremos su buen estado original de bienestar.

"Trabajamos dolencias de muy diversa índole si bien las más frecuentes están relacionadas con molestias en la columna vertebral o en las extremidades superiores e inferiores. Lumbalgias, ciáticas, hernias discales; desplazamiento de sacro por caídas o partos; problemas en cervicales, tendinitis en hombros, brazos o manos; lesiones de rodillas. También muchas personas acuden con otros cuadros de dolor: migrañas, ardores estomacales, enfermedades como artrosis o artritis; del sistema neurológico€ O por molestias laborales, lesiones deportivas, desórdenes hormonales o afecciones por estrés y ansiedad", explica Lecumberri. Además, es una terapia sin contraindicaciones, sin riesgos, indicada para cualquier persona, incluso embarazadas y bebés.

Aunque no está incluida como técnica sanitaria, es una herramienta complementaria muy eficaz para combatir dolores, prevenir enfermedades y trabajar en el bienestar y cuidado integral de las personas.

¿Cómo son las consultas?

La dinámica de trabajo consiste en consultas individuales presenciales. En la primera de ellas, Elena Lecumberri realiza una valoración de todos los puntos reflejos de los pies, localiza los lugares de dolor, las causas que lo pueden originar y propone la terapia idónea para que el paciente recupere el bienestar que desee.

"Restablece el buen funcionamiento del organismo y tiene un gran poder analgésico. No hay por qué acostumbrarse a vivir con dolor. La reflexología ayuda a aliviar todo tipo de dolencias provocadas por enfermedades o lesiones", explica Lecumberri.

Y todo ello realizado a través de un trato personal, único e impecable, en el que el paciente es el protagonista. Un tiempo dedicado en exclusiva a él, a su cuidado y bienestar.

Una terapia milenaria

El primer registro histórico de esta terapia lo encontramos hace 4.000 años en Egipto: en una de sus pirámides aparece representada una persona tocando los pies a otra con significado curativo. También hay testimonios que evidencian que otros pueblos avanzados en medicina en su época, como chinos, incas de Perú o clérigos indios, utilizaron esta técnica para sanar el cuerpo y la mente o prevenir enfermedades. En el mundo occidental, fue el doctor W. Fitzgerald quien la desarrolló a principios del siglo XX y a la enfermera Eunice Ingham quien siguió su legado divulgando esta terapia a través de un método propio que es el que hoy practicamos y por el que se le denomina la 'madre de la reflexología moderna?.