- Al final no ha llegado el agua el río. Tampoco esta vez, y es previsible que no lo llegue a hacer en lo que resta de legislatura. Geroa Bai apoyará los peajes para camiones, cuya implantación había cuestionado por "el fondo y la forma" en la que se ha planteado. Finalmente ha introducido cuatro enmiendas que permitirán a los transportistas retrasar el pago 60 días y reducir los recargos por impago. Además, los socios del Gobierno se comprometen a buscar fórmulas de apoyo fiscal y pactar tanto el momento de la aplicación del canon como los términos de la tarifa.

Por su parte, el PSN ha retirado las enmiendas que había presentado a la Ley de Vivienda y respaldará las 32 modificaciones que había acordado con sus aliados parlamentarios. También las dos de carácter fiscal que había cuestionado, lo que garantiza el apoyo a la reforma de EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra. Ambas leyes se han acabado de desbloquear este fin de semana, y aunque su tramitación no estaba directamente vinculada, ambas negociaciones se han terminado solapando.

Las relaciones entre los socios del Gobierno de Navarra, y entre el PSN y Geroa Bai en particular, son una montaña rusa. Hay discrepancias públicas cada vez más habituales, pero también acuerdos. Y pese a todo, y al ruido político que suele generar cada una de esas diferencias, los distintos grupos casi siempre han acabado llegando a un acuerdo. Ocurrió la semana pasada con la OPE de estabilización, que EH Bildu terminó facilitando tras un acuerdo con el Gobierno. Y ha vuelto a ocurrir ahora con las leyes de vivienda y de peajes. Dos proyectos estratégicos para Ejecutivo de Chivite que corrían riesgo de quedar por el camino en medio del cruce de reproches entre sus dos principales socios de coalición.

En cartera y pendientes de aprobar quedan además la Ley del Juego, la de reconocimiento de los abusos en la Iglesia, la reparación de las víctimas de la violencia del Estado o la propia OPE de estabilización, en fase de trámite de enmiendas.

Todas acabarán viendo la luz cerrando un curso político muy activo desde el punto de vista legislativo. Y en el que las diferencias públicas muchas veces han acabado enconadas en cuestiones de matiz que tienen más que ver con la desconfianza mutua que con cuestiones ideológicas. "La ciudadanía tiene que estar tranquila porque estamos comprometidos hasta final de la legislatura", celebró ayer el socialista Ramón Alzórriz, que apunta ya a los presupuestos del próximo año. También Uxue Barkos mostró su "satisfacción" por los acuerdos alcanzados, y celebró que se vayan "reconduciendo desencuentros en torno a proyectos de ley importantes".

No está la cosa para muchas frivolidades. La derecha aprieta en las encuestas a nivel estatal -los socialistas miran con cierto vértigo las elecciones en Andalucía-, y el tramo final de la legislatura puede hacerse complicado si la coyuntura económica se tuerce por culpa de la inflación y la guerra en Ucrania. Así que más allá de las disputas hay voluntad de acuerdo en la mayoría de Gobierno. Solo en lo que resta de curso, apenas 15 días, la mayoría progresista va a aprobar siete leyes, que se suman a las seis que ha sacado en los dos últimos plenos legislativos. En total, 13 reformas, algunas de calado. Prueba de que, más allá de la dialéctica, el Ejecutivo de Chivite goza de estabilidad suficiente. l

"Estamos satisfechos porque se reconducen desencuentros en torno a leyes importantes"

Portavoz de Geroa Bai

"La ciudadanía tiene que estar tranquila. Estamos comprometidos hasta

el final de la legislatura"

Portavoz del PSN