Buscar el linaje de la familia en internet puede convertirse en una original forma de pasar el confinamiento obligado por el COVID-19, una tarea en la que las páginas webs de los archivos de distintas instituciones pueden convertirse en los mejores aliados del genealogista aficionado.

Según explica, en una nota, el diputado de Cultura de Gipuzkoa, Harkaitz Millán, las paginas de los archivos forales de este territorio atesoran 715.000 referencias Y más de 1.680.000 imágenes, entre otros documentos que ponen "al alcance de nuestras manos, con un solo 'click' una parte muy importante de nuestra historia".

Millán revela que los fondos del Archivo General de Gipuzkoa, ubicado físicamente en Tolosa, y el Archivo Histórico Provincial de Gipuzkoa, en Oñati, pueden ser consultados en la red, al igual que muchos archivos municipales, eclesiásticos, y algunos fondos privados que permiten "bucear" en sus contenidos a los internautas interesados en confeccionar su propio árbol genealógico.

"Conocer nuestros orígenes, hacer nuestra genealogía, investigar sobre nuestras familias es una actividad que tiene ya una tradición en nuestros archivos", explica el diputado, quien recuerda, que "consciente de este interés" y "de la existencia de esta demanda", el Archivo General de Gipuzkoa publicó en su momento el libro, titulado "Guía de reconstrucción de familias (siglos XV-XIX)" de escrito F. Borja Aguinagalde, para enseñar a los interesados "cómo manejarse en ese apasionante viaje al pasado" y cuya edición digital está disponible en la web de la Diputación.

Una vez dado el primer paso de identificar a nuestros antepasados, los expertos recomiendan dar un "salto" para intentar conocer "sus actividades, públicas o privadas y su vida" a través de los "cientos de miles de documentos que los archivos históricos de la Diputación", que albergan "escrituras notariales otorgadas hasta 1919, testamentos, compraventas, contratos matrimoniales, de trabajo, inventarios de bienes y herencias, cesiones" y otros legajos que permitirán al investigador aficionado invertir buena parte de su tiempo de confinamiento en la búsqueda de su pasado.