Sabíamos que un día llegaría el momento de la tu partida, pero nunca nos venía bien. Han sido 96 años muy intensos. Pensábamos que por tu forma de ser tu ibas a ser perpetuo y para siempre. Destacaría muchas cosas de ti, pero me quedo con tu amor a tu familia, tu amistad con los vecinos y vecinas de Orkoien y tu amor por el campo y por el pueblo. Tu carácter y tu forma de ser te han hecho ser una de las personas más conocidas de Orkoien, o quizás la más conocida y tratada para los vecinos.

Tú has sido nuestra imagen popular de presentación de este pueblo y sin duda un gran embajador. Raro será la persona que no te haya conocido y no hable bien de ti. Todos hemos recibido tu cariño y hemos vivido momentos únicos contigo. Has sido el punto de conexión entre barrio y el pueblo y has dejado muchos amigos que te echarán en falta. Tu presencia en los bares, en la china, en la piscina, en la huerta era algo habitual, esperado y cotidiano.

Tus almuerzos sagrados y sus tertulias, disfrutar de tus chistes era un auténtico placer (y de tus anécdotas y viajes, algunos de ellos algo "imaginarios" y divertidos). También tus champanicos diarios "para brindar por la salud, que de belleza andamos sobrados", como tú solías decir, era una de las cualidades que te hacían único. Recuerdo tu libreta, que te servía como la mejor agenda electrónica del momento, donde apuntabas esos datos que querías difundir y analizar, y esa base de datos que tenías y que tú y solo tú manejabas de maravilla. Cómo no recordar las fiestas de San Miguel de Orkoien, de las que siempre has sido el referente castizo y tradicional, y donde tu "pirotecnia" siempre estaba presente en cualquier momento.

Las cuadrillas de jóvenes del pueblo te recordarán por aquel almuerzo en fiestas de un gorrin "perdido" que originó que se unieran en una sola cuadrilla para siempre. Tengo muchas imágenes de ti, pero me quedo tu imagen en la cabina del tractor con tu amigo Álvaro, con el que has vivido una preciosa amistad a pesar de vuestra diferencia de edad. Mención especial a tu esposa Teresa Urrizola y al cariño y cuidado que has tenido de tu querida familia, con tus "nenas y nenes", donde tú, el "abuelito" eras y serás un referente para siempre.Tú solías decir que "en el infierno ya estuve de visita con mis amigos y que no me gustó", seguro que estarás en un sitio mejor. Como tú solías decir: "Karrikasco" por tu amistad.

Descansa en paz abuelito. Goian bego.

*El autor es amigo de la familia