Pamplona - El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, puso ayer nombre y apellidos a sus líneas rojas en lo que a la relación con Catalunya se refiere: el Estado solo avalará un referéndum sobre autogobierno, y en ningún caso de independencia, como reclama el president de la Generalitat, Quim Torra. El actual inquilino de La Moncloa alegó que lo que está en juego en esta comunidad autónoma “no es la independencia, sino la convivencia”, que empieza a sufrir fisuras con la denominada guerra de los lazos.

La Comisión Bilateral entre ambos gobiernos, reunida a principios de agosto, ya puso de manifiesto la diferencia insalvable entre ambos en lo que al derecho de autodeterminación se refiere, rechazado de plano por Madrid. Sánchez lo verbalizó ayer en la Ser, donde defendió una reforma del Estatut que sea aprobada por el pueblo catalán en referéndum. Se corregiría así, dijo, el “problema político” que representa que el Estatut en vigor no sea el que votaron los catalanes, puesto que el Tribunal Constitucional lo recortó tras un recurso del PP.

Explicó que la votación que debe haber en Catalunya “no puede ser por la independencia o la autodeterminación, sino por un fortalecimiento del autogobierno, que es lo que mayoritariamente aglutina al conjunto de la sociedad catalana”. Insistió en la necesidad de mantener el diálogo y aseguró que su gabinete no se levantará de las comisiones bilaterales con la Generalitat. En esa línea, tras defender la ley y el diálogo para resolver esta crisis, sintetizó en tres palabras su propuesta para Catalunya: autogobierno, Constitución y Europa.

La consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Elsa Artadi, respondió que “el consenso amplio en Catalunya es sobre el derecho a decidir”. Agregó que el debate del Estatut es una “pantalla superada hace unos años”, cuando “se votó un referéndum con todas las garantías que luego no se respetó”.

La propuesta de Pedro Sánchez se produce en la antesala de lo que los líderes soberanistas han bautizado como “otoño caliente”. A la celebración de la Diada dentro de una semana y del primer aniversario del 1-O se suma el juicio a los políticos presos, que afrontará su fase decisiva. También está previsto que Quim Torra reciba a Pedro Sánchez para mantener un encuentro en la Generalitat, mientras que Barcelona acogerá entre octubre y noviembre un Consejo de Ministros. El president catalán desvelará su hoja de ruta en una conferencia esta misma tarde, ante la que Sánchez avanzó que “lo único que espero es que acierte, que muestre compromiso”.

No más traspasos La apelación del líder del PSOE a un referéndum en Catalunya sobre el autogobierno provocó las previsibles críticas del PP y Ciudadanos. El presidente de los populares, Pablo Casado, le exigió que aclare qué referéndum está dispuesto a convocar porque “no hay más materias” que traspasar a esta autonomía, por lo que no será de autogobierno. “No hay ninguna consulta que lanzar a la sociedad catalana que no pase por la ruptura de la igualdad con el resto de España”, subrayó, y advirtió a Sánchez de que quedará “incapacitado” para seguir en el cargo si admite una consulta de autodeterminación.

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, se preguntó si Sánchez “está proponiendo otro Estatuto inconstitucional”. Calificó de “barbaridad” el referéndum sobre autogobierno y aseguró que demuestra que “un partido nacionalista” como el PSC se ha “apoderado” del PSOE. La portavoz de ERC, Marta Vilalta, reclamó a Sánchez que sea “valiente” y que proponga un referéndum de autodeterminación que, aseguró, “pide la ciudadanía de Catalunya”.