pamplona - El análisis que Geroa Bai, EH Bildu, Izquierda-Ezkerra, Podemos-Orain Bai y PSN han hecho de manifestación que el pasado domingo recorrió las calles de Madrid para pedir la dimisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y en favor de la unidad de España, fue sencillo y unánime: “Un estrepitoso fracaso”. Para la mayoría de las fuerzas políticas y de progreso de Navarra fue “un pinchazo político del frente de derechas”. Los convocantes llegaron a esperar a millones de personas en las calles pero apenas lograron movilizar a entre 45.000 -según la Delegación del Gobierno- o 200.000 asistentes según las estimaciones más hinchadas y optimistas. Así que a la luz de los números, hasta para el propio Partido Popular -uno de los partidos convocantes- y su máxima representante en Navarra, Ana Beltrán, fue difícil de justificar el “éxito” de la convocatoria, así que se tuvo que agarrarse a los esfuerzos de otros por querer “minimizarla” y en los lemas y consignas más que en el volumen de tan escaso músculo social.

Bajo el paraguas del PP, Ciudadanos y Vox se apretaron otras fuerzas y grupos de derechas de todo el Estado, entre ellos UPN. El presidente de los regionalistas, Javier Esparza argumentó su participación “a favor de España, a favor de la unidad constitucional, del Estado de Derecho, de la convivencia, de que España es una gran nación y debe seguir unida, a decir alto y claro al independentismo, me da igual el nacionalismo catalán que el vasco, que ya está bien, a reclamar un acuerdo entre los partidos constitucionalistas”. “Lo que no tiene sentido es que sean los independentistas los que decidan quién gobierna en España”, indicó.

bocadillo y rojigualda Aunque UPN trató de guardar un papel discreto y su propio presidente excusó su incomparecencia en la protesta de Madrid por coincidir con un acto de homenaje a las víctimas de ETA en Pamplona, la participación de la que es la principal fuerza de la oposición en Navarra, junto a formaciones políticas que abiertamente cuestionan el régimen foral, fue duramente criticada por los parlamentarios navarros.

Por parte del cuatripartito Unai Hualde (Geroa Bai) tiró de sarcasmo para aludir al “festival de autobús, bocadillo y rojigualda” que fue la manifestación y señaló que UPN mostró su “subordinación al nacionalismo español y a los que quieren liquidar el régimen foral, porque ayer UPN estaba del bracete con esos señores que quieren que desaparezca Navarra”. “Esperamos que sea un toque de atención para quienes se agitan y movilizan ante las iniciativas que buscan tender puentes para intentar resolver problemas políticos a través del diálogo”, indicó.

Para el portavoz de EH Bildu, Adolfo Araiz, la concentración de Madrid fue “un pinchazo político de todas las derechas del Estado, incluida la de Navarra, que es incapaz de entender que por encima de todas esas cuestiones está el interés de Navarra”. “Lo que están haciendo lo vivimos aquí en Navarra con la oposición, con manifestaciones a las que no olvidemos que ha acudido el PSN”, expresó.

La parlamentaria de Orain Bai Laura Pérez consideró igualmente que la concentración de Madrid fue “un auténtico fracaso, cuando se ha ofrecido el viaje gratuito y se han desplegado todo tipo de esfuerzos y apoyos mediáticos para concurrir a esa manifestación por parte de los partidos más reaccionarios”. “No movilizan, si lo comparamos con las movilizaciones de movimientos feministas, de defensa de servicios públicos o de pensiones, vemos que el odio moviliza menos que el respeto por la justicia social”, apuntó.

Desde el ámbito socialista, María Chivite criticó también la presencia de UPN en la manifestación, formación con la que ha estado históricamente conviviendo y pactando en diferentes esferas de las instituciones navarras. Para la secretaria general de los socialistas navarros el auténtico peligro no es Pedro Sánchez en la Moncloa sino aquellos que quieren retroceder en derechos.

Por último, el parlamentario de Izquierda-Ezkerra José Miguel Nuin valoró que “el frente de derechas, con la extrema derecha, ya ha presentado en la calle su alternativa, no en Pamplona, sino en Madrid”. “UPN, Ciudadanos, PP y Vox están dispuestos a sumar para que el frente ultra pueda tomar las instituciones de Navarra a partir de mayo. Frente esto está el cambio, con más prioridades sociales, con más izquierda”, defendió. - D. Burgui