pamplona - El Parlamento de Navarra puso ayer el broche casi definitivo a la comisión que desde abril de 2016 ha intentado esclarecer las razones por las que desapareció Caja Navarra, la sólida y centenaria entidad financiera de la Comunidad que llegó a ser una de las más solventes del Estado en 2002, y que diez años más tarde tuvo que ser rescatada por CaixaBank, donde hoy sobrevive en forma de fundación bancaria y diluida en menos del 1% de su capital. Unai Hualde, parlamentario de Geroa Bai y presidente de la comisión, cerró ayer las 48 sesiones que ha tenido la comisión con una rueda de prensa en la que presentó una síntesis del documento de conclusiones definitivo, el que suscriben Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E, y que resume la desaparición de la entidad en una mezcla de mala gestión -expansión en plena burbuja, prejubilaciones, falta de provisión, incorporación de CajaSol a Banca Cívica- y falta de supervisión por parte del Gobierno de UPN -una comisión de control que no controlaba, una inspección estatutaria y foral que no se ejercía...-, que lo único que ha podido acreditar es que además se pagaban sustanciosas dietas -a veces dobles y triples- por todo aquello.

44.000 actas ¿Qué pasó en esos diez años? Es lo que ha intentado aclarar la comisión, no sin pocos esfuerzos. Han sido dos años y casi once meses de trabajo “sin prisas” -uno de los objetivos de Hualde era no adolecer de la falta de tiempo que precipitó el cierre de la comisión en 2015 sin aclarar nada-, en los que al Parlamento han arribado 44.000 folios en actas de todos los órganos de Caja Navarra, además de abundante documentación -se hicieron hasta 200 peticiones- de juzgados, Audiencia Nacional, Comisión Nacional del Mercado de Valores, Ministerio de Economía, gobiernos autonómicos y otras instituciones. Todo un cuerpo de información que se completó con 15 comparecencias (entre ellas las de Enrique Goñi, último director general; o los expresidentes de UPN) en 23 sesiones que han permitido a los grupos, y especialmente a Geroa Bai y EH Bildu, repasar año a año los pasos que condujeron a Caja Navarra hacia el abismo.

¿Las conclusiones? El cuatripartito suscribió ayer un documento conjunto, de 157 páginas, que desgrana minuciosamente todas las etapas vividas en los últimos diez años de historia de la entidad y que fue aprobado como documento de conclusiones del Parlamento, con la oposición de UPN, PSN y PP. El dictamen todavía tiene que ser ratificado en pleno -el de la semana que viene-, donde también se debatirán como votos particulares las conclusiones de UPN y PSN, que fueron rechazadas, y una adenda de Podemos al texto final. Los trece puntos que figuran en esta información son los que eligió ayer Unai Hualde en rueda de prensa como “síntesis” de las conclusiones, que todavía no son todo lo redondas que se hubiese querido. “A quienes creen que la comisión se ha alargado, nada más lejos de la realidad. Hubiésemos necesitado más tiempo para analizar más información o para tratar de conseguir documentos que se nos han negado”, explicó, lo que ha su juicio a impedido ir más allá y aclarar aspectos todavía. En cualquier caso, el dictamen permite que el Parlamento tenga ya una verdad institucional, aprobada con mayoría, sobre lo sucedido alrededor de uno de los episodios más dolorosos de la Navarra contemporánea.

1-La llegada de Goñi, rara. Goñi llegó sin experiencia previa en un movimiento sin precedentes.

2-La expansión, en la burbuja. La expansión se hizo en plena burbuja y con escasa planificación.

3-Ineficiencia. El proceso de prejubilaciones coincidió con nuevas contrataciones.

4-Malas operaciones. Anca, Tenaria, Oesia, o MRA-Zizur fueron operaciones cuestionables.

5-Pérdidas en 2008. La actividad ordinaria llegó a pérdidas en 2008.

6-Bajón en la solvencia. En la etapa de Goñi bajó la solvencia y eso afectó a que no se afrontase con más garantías la recesión.

7-Absorción de deterioros. Can perdió 950 millones por absorber deterioros de Banca Cívica.

8-Supervisar. El Gobierno de UPN no inspeccionó la Can ni la integración posterior, pese a tener mandato estatutario.

9-Elección de control. La comisión de control no era la más idónea, aunque cobraba dietas.

10-El sueldo de Goñi crecía. El sueldo de Goñi creció varios años pese al deterioro de la entidad.

11-La Permanente. Se reunía sin soporte normativo ni contenido.

12-Coste para Hacienda. La Hacienda Foral dejará de cobrar 90 millones en los próximos años por la desaparición de Can.

13-Can podía seguir sola. La sólida inversión crediticia de Can hace pensar que la entidad podía seguir en solitario.