pamplona - Los comisarios Castellví y Quevedo prepararon el terreno, el mayor Trapero detonó la bomba y su ex número dos Ferran López ha puesto en la picota al expresidente Carles Puigdemont: no sólo sabía que habría incidentes el 1-O, sino que les dijo que, si se producían, declararía la independencia. Como si de una entrega por fascículos se tratara, el comisario Ferran López, que asumió el mando de los Mossos durante la etapa del 155, dio ayer un paso más en el juicio a la cúpula del procés a las revelaciones que fueron vertiendo en el Tribunal Supremo sus antiguos compañeros en la Prefectura para exculpar a la policía catalana y descargar toda la responsabilidad en el Govern.

López, uno de los comisarios más respetados en los Mossos por dar siempre la cara pese a su perfil discreto, ahondó en las críticas al Govern de Puigdemont, dando a entender que remaban en direcciones opuestas: los políticos aludiendo a un mandato para mantener el referéndum, los policías “desamparados” advirtiéndoles de los riesgos y pidiendo que lo detuvieran.

Según López, investigado por un juzgado de Cornellà (Barcelona) por la supuesta pasividad de los Mossos el 1-O, cuando el 28 de septiembre la cúpula de los Mossos pidió a Puigdemont y a los exconsellers Oriol Junqueras y Joaquim Forn en una “tensa reunión” que detuvieran el referéndum porque “era seguro que iba a haber incidentes”, no les hicieron caso. “Puigdemont dijo que, si se producía ese escenario que nosotros preveíamos, él en este mismo momento declaraba la independencia. Así lo recuerdo perfectamente”, relató López, que subrayó que Junqueras y Forn estaban alineados con el entonces presidente.

incendio Como hizo Trapero, López marcó así distancias con Puigdemont, actualmente huido en Bruselas de la justicia española, y comprometió al expresidente y a Junqueras y Forn, que afrontan una petición por rebelión entre otros motivos por haber asumido la violencia que podía producirse si seguían adelante con el 1-O.

Según López, Puigdemont, Junqueras y Forn decidieron “transitar” por el camino del 1-O pese a que les advirtieron de que se encaminaban a un enfrentamiento, a un escenario donde lo más fácil era, metafóricamente hablando, que hubiese un “incendio” por el clima de “tensión” y de “polarización” que llevaba a una situación “crítica”. Sin alzar la voz, pero sin titubear, López recriminó también a Forn y al exconseller de Presidència Jordi Turull que alardearan en público de cosas que “no eran ciertas”, como que los Mossos garantizarían que se podría votar el 1-O y que no acataban que el coronel Diego Pérez de los Cobos coordinara el dispositivo para impedir el referéndum.

Sin embargo, les echó un capote ante el tribunal al insistir que ni Forn ni nadie del Govern dio instrucciones a los Mossos sobre cómo tenían que actuar: una cosa eran sus declaraciones públicas, precisó, y otra que siempre se respetó que el ejecutivo y la policía eran “compartimentos estancos”.

De esta forma, al igual que Trapero, López desbarató otro de los argumentos con que la Fiscalía sustenta la acusación rebelión: que los Mossos eran el brazo armado del Govern. Nadie como López, primero en la cúpula de Trapero, luego jefe de la policía catalana durante el 155 y actualmente imputado por el 1-O, puede hablar con más conocimiento de causa sobre el “desamparo gubernativo” que afirma que sufrió la policía catalana esos días, con un Govern “traccionando” en dirección contraria a los Mossos.

López, como los demás comisarios que han testificado, hizo una cerrada defensa de los Mossos: negó que colaboraran en la preparación del referéndum, alegó que si no hicieron más cosas el 20-S en Economía fue porque era “imposible” y aseguró que fueron “absolutamente leales” a De los Cobos, pese a la poca química entre Trapero y el coronel de la Guardia Civil.

En su relato exculpatorio, insistió que no hubo un dispositivo de los Mossos para el 1-O, sino uno “conjunto, pactado y acordado” con Guardia Civil y Policía Nacional que De los Cobos avaló y que quebró el día del referéndum, sin darles explicaciones.

Y también negó que hicieran seguimientos a la Policía y la Guardia Civil: se limitaron a comprobar que podían abandonar sus alojamientos para dirigirse a los puntos de votación, pese a los planes de algunos independentistas para impedir que salieran.

Con ganas de hablar, dando detalles pormenorizado de todos los aspectos por los que le inquirían, López no ha podido aportar más luz sobre los planes que Trapero dijo que tenían a punto para detener a Puigdemont tras la DUI: ninguna parte, ni acusación ni defensas, le preguntó por el anuncio bomba que hizo el mayor en su comparecencia del pasado 14 de marzo.

Quizás haya oportunidad de hacerlo en el careo que el abogado Xavier Melero, que representa a Forn, ha pedido que se celebre entre López y De los Cobos, a la vista de las divergencias en sus relatos. A falta de que la sala dirima si lo acepta, queda en el aire otro careo que también aportaría luz: entre Puigdemont y la antigua cúpula de los Mossos.