pamplona - El panorama de pactos que los partidos contemplaban tras los resultados de las elecciones autonómicas y locales del domingo va desdibujándose conforme pasan los días y surgen nuevas alternativas que sorprenden a propios y extraños, aunque casi más a los propios.

La propuesta de Manuel Valls en Barcelona de tender la mano a la alcaldesa y líder de los comunes, Ada Colau, y al candidato del PSC, Jaume Collboni, para alejar al independentismo de la alcaldía ha dejado de piedra a Ciudadanos, que se ha desmarcado y ha advertido de que sus concejales solo negociarán con el socialista. También la intención de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, de presentarse a la investidura plantea otros escenarios a explorar en la capital de España, más allá de un gobierno de PP con Ciudadanos y Vox.

En dos semanas, antes del 15 de junio, tendrá que estar terminado este baile de alianzas para los ayuntamientos y, entre el 11 y el 30 del mismo mes, los pactos para los gobiernos de las doce comunidades y dos ciudades autónomas que han elegido parlamentos. Además, estas negociaciones influirán en la configuración del nuevo Gobierno, una negociación que cuenta con más margen de tiempo, ya que se prevé la investidura bien entrado el mes de julio. El barómetro que dará a conocer hoy el CIS podrá apuntar algún camino a seguir, al mostrar las preferencias de los ciudadanos sobre posibles coaliciones de gobierno, aunque se trata de encuestas realizadas antes del 26 de mayo.

Tres días después del superdomingo electoral y transcurrido un mes desde las generales, todo sigue en el aire pese a que los partidos han marcado ya las directrices en sus reuniones del martes y el PP constituyó ayer su comité para la gobernabilidad, que se encargará de las negociaciones.

Pero tras los cálculos hechos por el PP, que cuenta con Vox y Ciudadanos para gobernar en cinco comunidades, la formación que preside Santiago Abascal ha advertido de que si estos partidos no dialogan con ellos y les quieren “humillar”, esos gobiernos serán imposibles. Esa será la primera línea roja de Vox para las negociación: sentarse a negociar “como personas normales”, insistió Abascal, que ha contactado con el presidente del PP, Pablo Casado, pero no con el de Ciudadanos, Albert Rivera.

Mientras Vox establece sus condiciones en el ámbito de la derecha, en la izquierda, Podemos insiste en decirle al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez que la coalición es la “única salida” para su investidura. El domingo ambos líderes intercambiaron mensajes, pero las palabras de Sánchez desde Bruselas, pidiendo a Iglesias que reconsidere su estrategia han molestado e impactado a la dirección del partido y, aunque esperan una pronta reunión entre ambos, aún no hay fecha fijada. Y a las voces que han pedido a Cs que se abstenga para facilitar una investidura de Sánchez, sin Podemos y los independentistas -entre ellos el propio líder del PP, Pablo Casado- se ha sumado Coalición Canaria, uno de los votos clave. - D.N.