orkoien - Como en 2015, EH Bildu fue el pasado domingo la fuerza más votada en Orkoien, de nuevo con cuatro escaños y con un respaldo del 33,46% del electorado, algo menor que hace cuatro años y con algún voto menos. Pero, también como sucedió la pasada legislatura, la victoria en las urnas no le garantiza ni mucho menos tocar gobierno. Porque el resto de fuerzas políticas que conforman el Ayuntamiento son a priori antagonistas, como así ha sucedido los últimos cuatro años.

Por su parte, Unión de Izquierdas de Orkoien tiene a tiro revalidar la Alcaldía. Aunque perdió un concejal en el envite y se queda con tres representantes, sigue sumando mayoría junto con Navarra Suma, con un respaldo de los vecinos mayor que la coalición de derechas, que gana un concejal y también se sitúa con tres. Oficialmente UPN no ha formado parte del equipo de Gobierno junto con UIO en la legislatura que acaba de terminar, pero sí sustentaba la acción municipal y tenía cargos de responsabilidad.

Ayer el alcalde en funciones, Carlos Arróniz, era optimista respecto a la posibilidad de repetir fórmula de gobierno y Alcaldía. Pero con reservas. “No puedo asegurar nada porque esto puede dar muchas vueltas”, decía. Arróniz tenía esperanzas de mantener los cuatro ediles con los que contaba, pero entre la inercia positiva del Partido Socialista, que no se baja de la ola ganadora desde las elecciones generales -gana 130 votos, pero se queda con el mismo escaño que ya tenía- y la suma de UPN y PP, que en coalición añaden 44 votos a su zurrón, esta posibilidad se difuminó. “El gobierno nos ha desgastado, y también tenemos que hacer autocrítica. No lo habremos hecho tan bien como pensábamos”.

El cabeza de lista de UIO ya ha iniciado algún contacto con otras formaciones y adelantó su intención de llegar a acuerdos. Confesando, eso sí, que con EH Bildu “está complicado porque durante ocho años han estado dándonos palos todos los días”. A Erika Pérez (PSN) volverá a ofrecerle la posibilidad de asumir alguna concejalía para participar de forma activa en la vida municipal, opción que ella ya descartó en 2015 y que, con Navarra Suma de por medio, no parece fácil que asuma ahora. - M.B.