pamplona - Ciudadanos y el Partido Popular han pactado con Vox para controlar las asambleas de Madrid y Murcia. Así, el diputado de Ciudadanos Juan Trinidad fue elegido ayer como presidente de la Asamblea de Madrid, mientras que Alberto Castillo Baños -también diputado de la formación naranja- se hizo con la presidencia de la Asamblea Regional de Murcia gracias a los votos del PP, que cuenta con los diputados de Vox.

La extrema derecha anunció ayer la firma de un acuerdo con el PP para gobernar la Comunidad de Madrid, que incluye su entrada en el Ejecutivo, según afirmó su candidata, Rocío Monasterio, acuerdo que Ciudadanos rechaza y que el PP confirma pero lo reduce a un “documento interno aséptico”. Monasterio habló del acuerdo tras el pleno de constitución de la Asamblea de Madrid, que presidirá Ciudadanos, al sumar los votos de PP y de Vox, que consiguió una vicepresidencia en la Mesa, de la que han quedado fuera Más Madrid y Podemos.

Tras una laberíntica maniobra a tres bandas, PP, Ciudadanos y Vox consiguieron finalmente cinco de los siete puestos de la Mesa de la Asamblea, entre ellos la Presidencia, que recayó en Trinidad, hasta ahora vicepresidente primero. Ciudadanos obtuvo también la Secretaría Tercera, mientras que el PP se hizo con la Vicepresidencia Primera y la Secretaría Primera. El diputado de Vox José Ignacio Arias Moreno ocupará la Vicepresidencia Tercera. Los otros dos puestos de la Mesa (Vicepresidencia Segunda y Secretaría Segunda) fueron para el PSOE-M, que llegó a un acuerdo con Más Madrid y Podemos reflejado en la primera parte de las votaciones.

“Hemos firmado un acuerdo con el PP que incluye las posiciones en la Mesa y por supuesto las posiciones de Gobierno, consejerías, entes... en proporción a los escaños que tenemos, como es lógico”, declaró Monasterio, que añadió: “Luego ya veremos si Ciudadanos se quiere sumar o no”. El presidente del PP, Pablo Casado, y la candidata a la presidencia madrileña, Isabel Díaz Ayuso aseguraron, no obstante, que el acuerdo era de las tres fuerzas de la foto de Colón.

Aunque el líder de Cs, Albert Rivera, llevaba anunciando un veto al partido de extrema derecha, consiguió la presidencia en la Asamblea madrileña a cambio de una vicesecretaría para Vox. La elección, con una votación secreta y en urna, se realizó en la primera vuelta ya que los tres partidos sumaban 68 votos frente a los 64 apoyos que reunió la candidata socialista Pilar Llop. Rivera negó las evidencias y aseguró que su partido ni ha firmado ni va a firmar un acuerdo para gobernar junto a Vox en la Comunidad de Madrid, donde la formación de extrema derecha tiene 12 diputados, frente a los 26 de Cs y los 30 del PP, porque tiene el “mandato” de su Ejecutiva de pactar este gobierno con un solo socio, preferentemente con el PP.

El PP reaccionó a toda velocidad. Confirmó la existencia del documento y aunque negó que recogiera explícitamente la entrada de Vox en un futuro Ejecutivo sí reconoció que menciona que tendrá una representación en entes. En concreto, fuentes del PP desmintieron haber firmado un acuerdo de gobernabilidad con Vox pero si hablaron de un “documento interno aséptico” en el que se fija una “hoja de ruta” antes de llegar a un pacto en este sentido. En este documento, precisó, solo se recogen posibles repartos de entes de la Comunidad y en la proporcionalidad de los presupuestos, pero no en las consejerías.

Antes de las declaraciones de Monasterio, la candidata del PP a la Comunidad ya había explicado que los tres partidos de derechas habían decidido “unir” sus votos para tener una Mesa que dé “estabilidad” durante la legislatura y poder “sacar adelante” sus propuestas. Además, reconoció que había cerrado un acuerdo “con cada partido” con intención de mirar hacia delante y “seguir entendiéndose”, sin dar más detalles.

Los resultados certifican que había habido un pacto entre los tres partidos de derechas, aunque el candidato de Cs a la Comunidad, Ignacio Aguado, al igual que Rivera lo negó. Aguado confirmó que poco antes del pleno se reunió con Monasterio, pero encuadró el encuentro en “la cortesía parlamentaria” e insistió en que “una cosa es hablar y la otra es negociar”.

Pese a las diferentes versiones la realidad es que las tres fuerzas de la derecha lograron hacerse con el control de la Mesa, donde redujeron a la izquierda a una representación residual. El líder de Más Madrid, Íñigo Errejón, criticó el “pacto de la vergüenza” de PP, Cs y Vox para “amordazar” al órgano rector de la Asamblea y anunció que su partido acudirá al Tribunal Constitucional para denunciarlo. Según Errejón, la composición de la Mesa, que acelera o frena las leyes en función de los intereses de los partidos que la dominan, atenta contra el Estatuto de Autonomía de Madrid, que señala que la representación de los grupos será “proporcional” a los apoyos que recibieron en las urnas. “Es algo a lo que ni siquiera se atrevió a hacer Esperanza Aguirre”, sostuvo.

El candidato de PSOE-M, Ángel Gabilondo, lamentó el “protagonismo” que tendrá Vox en la Mesa gracias a “los votos cedidos” de PP y Ciudadanos y avanzó que analizarán si la composición de este órgano responde a lo que marca el Estatuto de Autonomía. Al respecto, la candidata de Podemos, Isa Serra, señaló que aguardará la resolución del TC. - D.N.