Las políticas activas de empleo, cuya gestión reclamó el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, en el debate de investidura, son una competencia en buena medida transferida a las comunidades autónomas y garantizada por la propia Constitución. El objetivo de estas políticas es ayudar a los parados a encontrar empleo (a través del asesoramiento o de la formación) lo más rápido posible y, en el caso de los que ya tienen empleo, a formarse para no perder su cualificación o adaptarse a los cambios en su puesto de trabajo.

De todo el dinero que se destina a la lucha contra el desempleo, esta es la partida menos cuantiosa, 5.700 millones este año. Casi la triplican las llamadas políticas pasivas de empleo, esto es, las prestaciones y subsidios para desempleados, que este ejercicio suponen cerca de 18.000 millones. El presupuesto que tenía destinado el Gobierno en 2019, que finalmente no fue aprobado, para políticas activas de empleo era de 5.985 millones de euros. Las comunidades percibirían para ejecutarlas 2.479 millones de euros, casi el 41% del total.

“Renunciamos al Ministerio de Trabajo si ustedes nos ceden las políticas activas de empleo”, dijo Iglesias desde la tribuna. En su escaño, Sánchez respondió con un gesto, negando con la cabeza. La idea de último minuto tenía, según Iglesias, la firma de un destacado dirigente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, según las fuentes, que el jueves se habría puesto en contacto con el líder de Podemos para proponerle poner sobre la mesa esa última vía de acuerdo. “Tras escuchar su discurso he recibido el mensaje de alguien de su partido. Me ha dicho ‘pídele que os ceda las competencias en políticas activas de empleo”. Iglesias no reveló el nombre de quien le recomendó su último movimiento pero aclaró que se trata de un “destacado” miembro de la formación que lidera Pedro Sánchez.

La portavoz socialista, Adriana Lastra, respondió a Iglesias subrayando que estas están transferidas a las comunidades y le afeó que quisiera dirigir el Ministerio de Trabajo “sin saber cuáles son las competencias del Ministerio de Trabajo, conducir un coche sin saber ni siquiera dónde está el volante. Minutos antes, Sánchez le había preguntado si consideraba una “humillación” una vicepresidencia del Gobierno de Asuntos Sociales y tres Ministerios, el de Vivienda y Economía Social, el de Sanidad , Asuntos Sociales y Consumo y el de Igualdad. Esta es la última oferta que el PSOE hizo a Unidas Podemos y que el propio Iglesias, en una conversación con Sánchez rechazó el miércoles.