pamplona - El identitarismo y las banderas siguen siendo una baza importante en la oposición parlamentaria que hace Navarra Suma. Normalmente, con un resultado quizá buscado de antemano: crispar el debate parlamentario. Antes sucedía entre la presidenta Barkos y Javier Esparza. Y ahora entre la presidenta Chivite y el dirigente de Navarra Suma, que ayer protagonizaron una enganchada a cuenta de una pregunta de la derecha en la que cuestionaban, a la jefa del Ejecutivo foral, por la necesidad de estabilidad en el Estado y la dependencia de fuerzas que no son nacionalistas. Terminó como el rosario de la aurora: con Esparza acusando a Chivite de “hacer políticas nacionalistas” y la presidenta afeando las “mentiras y provocaciones” del presidente de UPN.

La presidenta, con razón, no entendió bien la pregunta. “Si quiere dedicar los plenos de control al Gobierno a comentar declaraciones y entrevistas, usted sabrá cuál es el papel que quiere jugar en este Parlamento”, argumentó, para considerar que “seríamos más útiles si aquí debatiéramos sobre problemas que de verdad preocupan a la ciudadanía”. Pero aun así, Chivite apuntó que Sánchez, como todo gobernante “busca la estabilidad, y lo hace con los aliados que compartan ese criterio”. Esparza cargó con lo de siempre: que “lo que el PSOE quiere para España no lo quiere para Navarra”, que Chivite “depende de los independentistas más radicales de este país; o que la presidenta hace “las mismas políticas que Barkos y los nacionalistas”... una hilera de reproches, los mismos de siempre, a los que contestó la presidenta.

la sociedad, por delante “La derecha se piensa que los gobiernos son de su propiedad, tienen ese tic de que sólo un gobierno de derechas es bueno para la comunidad”, contestó Chivite, quien le aseguró a Esparza que mientras Navarra Suma no entienda la pluralidad de Navarra y de España, no estarán en la política del siglo XXI”. Le recordó, también, que Esparza tuvo la ikurriña en su despacho cuando era alcalde, y le afeó que divida entre “buenos y malos”, demonizando “a quienes no somos sus monaguillos”. “La sociedad está muy por delante de los intentos de confrontar, la sociedad quiere acuerdos, esos acuerdos que usted demoniza”, respondió Chivite, que culminó asegurando que “más allá de los voceros del fin del mundo”, la sociedad no acompaña el discurso de Navarra Suma. “No voy a caer en provocaciones, en mentiras. Vamos a trabajar con seriedad con quien quiera construir”, zanjó. - D.N.