BARCELONA. Unas 80.000 personas participan en la manifestación constitucionalista en el centro de Barcelona, según cálculos de la Guardia Urbana, un cifra de seguimiento que Societat Civil Catalana (SCC), la entidad organizadora, ha situado en 400.000.

La movilización, convocada bajo el lema "Por la concordia, por Cataluña: ¡basta!", discurre desde las 12.00 horas por el Paseo de Gracia de Barcelona, entre multitud de banderas españolas y también 'senyeres' catalanas.A la marcha han acudido, entro otros, los ministros José Luis Ábalos y Josep Borrell; el primer secretario del PSC, Miquel Iceta; el presidente del PP, Pablo Casado; el líder de Cs, Albert Rivera, así como el concejal de Barcelona pel Canvi Manuel Valls y el cabeza de lista de Vox por Barcelona para el 10N, Ignacio Garriga.

Desde su cuenta oficial en Twitter, la Guardia Urbana de Barcelona ha informado de que a la manifestación han acudido, según sus cálculos, "alrededor de 80.000 personas".Minutos después, fuentes de la organización han ofrecido su propia cifra de asistentes a la movilización: 400.000 personas.

La marcha de SCC se celebra un día después de la manifestación contra las condenas a los líderes independentistas dictadas por el Tribunal Supremo, que según la Urbana congregó a unas 350.000 personas en la calle Marina de Barcelona.

La entidad Societat Civil Catalana (SCC) ha advertido este domingo de que la Catalunya constitucionalista "nunca más volverá a ser silenciada, ni podrá ser despreciada, ni devuelta a la oscuridad: esta Cataluña que reclama su legítimo lugar seguirá reivindicándose sin descanso".

"Si cuando diseñaron el procés contaron con nuestra inmovilidad y nuestro silencio, debemos decirles que han conseguido lo contrario", señala el manifiesto con ocasión de la movilización convocada este domingo por SCC en Barcelona bajo el lema "Por la concordia, por Catalunya: ¡basta!".

El manifiesto, titulado "Por el fin de la política de exclusión", leído en catalán, castellano, inglés y francés por miembros de SCC, afirma que todos los asistentes a este acto reivindicativo asumen el "reto de una realidad que el nacionalismo ha pretendido ocultar" y que "las calles son y serán de todos, no de quien intimida para tomarlas".