pamplona - El preso de ETA José Angel Otxoa de Eribe, al que se le diagnosticó un cáncer en 2015, falleció ayer en su domicilio tras haber sido excarcelado el pasado 5 de julio. Otxoa de Eribe, condenado a 30 años por un delito de tentativa de asesinato y estragos, ingresó en prisión el 19 de enero de 2000, después de ser expulsado de México. Instituciones Penitenciarias concedió al preso el tercer grado penitenciario a mediados de junio por su grave estado de salud, y salió de la cárcel de Castellón I el 5 de julio.

Etxerat recordó, en un comunicado, que al recluso se le detectó en 2015 un adenocarcinoma, cuando ya llevaba 15 años encarcelado. Además, apuntó que su salud fue empeorando progresivamente y en junio de 2019 se le diagnosticó formalmente una metástasis generalizada. Por su parte, Sortu expresó su “dolor y rabia” por este fallecimiento, al considerar que su enfermedad “fue diagnosticada tarde” y, cuando le pusieron en libertad, “ya era demasiado tarde”.

Vista la gravedad de su situación, el juez de Vigilancia Penitenciaria aceptó la progresión a segundo grado, antes de su excarcelación a principios de julio de este año.

zulueta, dispersada Por otro lado, ayer se confirmó que los abogados Jon Enparantza y Arantza Zulueta -los dos únicos de los 47 miembros imputados bajo la acusación de pertenecer a ETA por ayudar a los presos que fueron condenados por integración en organización terrorista y que han ingresado en la cárcel-, terminarán de cumplir los cinco meses y cinco días que les queda de condena dispersados en prisiones fuera Euskadi. Enparantza ha sido ya trasladado a la cárcel de Estremera (Madrid) y Zulueta será enviada al Centro Penitenciario de Valencia, según lo ha acordado por la Secretaría de Instituciones Penitenciarias. - Efe/E.P.