pamplona - La moción que el Ayuntamiento de León aprobó con los votos del PSOE, Podemos y Unión del Pueblo Leonés con la oposición de PP y Cs el 27 de diciembre sorprendió, pero no a quien conozca la actualidad de León. Tampoco de su historia, en cuyo reino en el año 1188 hunde sus raíces el parlamentarismo europeo, cuando Alfonso IX convocó a miembros de la plebe junto a la Iglesia y la nobleza a las Cortes de León. Este debate coincide en varios argumentos con otras realidades como la España vacía y las consecuencias del desequilibrio territorial.

Luis Mariano Santos, secretario general de la Unión del Pueblo Leonés -que en las autonómicas de 2019 fue cuarta fuerza tras PSOE, PP y Cs con el 10,2% de los votos, lejos del 20% que rondó en León en 1999 y 2003- promete “seguir reivindicando aquello en lo que creemos”.

¿Esperaban este revuelo?

-Han coincidido muchas cosas, sobre todo, que estamos en periodo navideño, y el hecho de que el Gobierno nacional haya intentado aplazar esta moción con el ánimo de que no entorpeciera las negociaciones para su investidura. Son los dos factores que han generado este efecto bomba que está sorprendiendo a los ciudadanos. Para aquellos que conocen la realidad de la región leonesa esto no es nuevo.

¿Cómo surgió UPL?

-Como reacción al proceso autonómico de 1983 donde en Castilla y León se hizo una especie de collage con dos regiones diferentes. Se nos metió con calzador. A raíz de eso surge el movimiento leonesista, que siempre ha pedido la autonomía. No es nuevo, cada cierto tiempo se producen estos efectos, con mociones o iniciativas parlamentarias que evidencian lo que sucede: las políticas del PP durante estos años con la región leonesa nos ha llevado a los últimos puestos de cualquier clasificación socioeconómica del país. También somos los primeros en despoblación, en envejecimiento, en paro, los que más hemos sufrido con la reconversión industrial del sector minero? Esto se suma a la parte identitaria, surge el leonesismo y se mantiene pese a que las instituciones hayan gastado muchísimo dinero en intentar adoctrinarnos. Creo que será el único caso de España en el que el gobierno de una comunidad autónoma ha creado una fundación para generar sentimiento de pertenencia a esa comunidad.

Uno de los pesos pesados del PSOE y también alcalde de Valladolid, Óscar Puente, les acusa de ocultar sus incapacidades de gestionar sus problemas con la demanda.

-Entre todos los motivos que han fortalecido el movimiento en los últimos años hay varios menores, y uno de estos son esas personas que han ayudado, como Óscar Puente, al que tengo que agradecerle sus esfuerzos para que el leonesismo no solo no muera sino que salga fortalecido. Óscar Puente es el típico alcalde egocéntrico que busca que todas las inversiones se centralicen en Valladolid, lo dice con auténtico descaro. Y dice una cosa que tiene razón: es verdad que no somos capaces de solucionar nuestros problemas, porque quien dirige las políticas económicas que afectan a la región leonesa lo hace desde Valladolid, desde el centralismo más puro como representa también el PP de Fernández Mañueco o Ciudadanos que ahora está dirigido por un personaje como Francisco Igea.

¿Qué supondría una comunidad autónoma leonesa?

-Planteamos desgajar tres provincias de la mayor comunidad autónoma de España, una de las mayores de Europa, y que es monstruosa. Creo que nació casi como freno al nacionalismo de otros territorios, que es lo que siempre se ha dicho. El propio Francisco Tomás y Valiente, que fue presidente del Tribunal Constitucional, reconoció que había sido un error generar esta comunidad autónoma. La comunidad es ingobernable, porque es en sí tan grande, tan vasta, con una orografía complicada, con mucha dispersión? no es ni siquiera factible pensar en el equilibrio territorial. Es fundamental que existan territorios más pequeños que se puedan gobernar de manera más hábil y productiva. Optaron por incentivar territorios tradicionalmente fuertes como Valladolid, Burgos y Palencia, y la parte de la región leonesa se ha dejado morir.

Parte de sus reclamaciones son de carácter histórico, pero otra parte, las derivadas de la conformación de la comunidad autónoma por cuya capital se tiene a Valladolid.

-Pero, fíjese, hasta qué punto es absurda esta comunidad autónoma, que no tiene capitalidad. Además de reconocerlo en el propio nombre de la comunidad autónoma -unido por una conjunción copulativa- no han sido capaces de decidir la capital, porque no querían entablar ese conflicto con León. Ojo, esto, sobre el papel, porque si luego centralizas todas las administraciones, todas las consejerías y los órganos en Valladolid, actúa de facto como capital, incluso mucha gente lo cree así.

Tras caer de los resultados de la primera década de los 2000, ahora UPL crece. ¿Qué explicación le dan?

-Hemos sido en parte algo culpables, porque ha habido momentos con muchísimo respaldo popular y no supimos gestionar, y la gente te castiga. No obstante, el problema está en creer que el leonesismo es solo cosa de la UPL. En esto se equivocan el PSOE y el PP, ahora que Pablo Casado ha amenazado a sus cargos públicos que voten a favor de la moción. Corre el riesgo de empezar a echar a gente de su partido porque no entienden que el leonesismo es algo transversal, no de UPL. Duerme también en el seno del PP, del PSOE, de Podemos y de muchos independientes que se han presentado en ayuntamientos. No son capaces de entenderlo.

Además de los nacionalismos tradicionales, surgen movimientos en la España vacía que reclaman otro modelo territorial. ¿Qué encaje puede tener de cara al futuro?

-Todo es revisable y todo se puede hablar. Lo que me niego es a obligar a nadie a vivir donde no quiere vivir o formar parte de lo que no quiere. La gente tiene que decidir. Si mañana en León decidieran por un amplio margen que no están de acuerdo en esta idea que defiendo, me iría para casa. ¿Pero por qué tenemos tanto miedo de que la gente se exprese? Pregunto, ¿por qué tienen tanto miedo los señores Casado o Ábalos, que hacen sus esfuerzos para que los concejales voten lo que ellos quieren? ¿No se trata de permitir saber qué piensan los concejales del PP y PSOE en León? Cuando los intereses del partido superan a lo que la ciudadanía piensa nos encontramos estas situaciones complicadas. Los marcos territoriales están definidos y probablemente con el tiempo hay que redefinirlos, y respetar lo que la mayoría entienda que es lo mejor para cada uno.

Ciertos sectores les tildan de “independentistas”. ¿Cómo lo valora?

-No nos gusta porque no representa la realidad, nunca hemos planteado una ruptura nacional, sino de un cambio de marco territorial siempre respetando el ordenamiento legal y la legislación vigente. Parte de la gente ha utilizado el término con maldad e intención de que este movimiento produzca rechazo en la sociedad española. Por esta gente, donde meto a muchos políticos del PP y C’s, lo único que siento es pena por manipuladores. Y a los que realmente han utilizado la palabra sin mala intención, les recomiendo que lean más, mucho más, que lean algo de historia y se pregunten por qué en el escudo de España hay en la parte de arriba un león. Igual piensan que es el león de la Peugeot, pero es interesante que sepan que ese león es por el Reino de León.

¿Es optimista a la hora de hablar de un nuevo modelo territorial?

-No soy optimista, pero tampoco pesimista. Para una persona como yo, que llevo 30 años en política dentro de un partido como la UPL, al que he visto nacer, languidecer y volver a renacer, no hay desfallecimiento. Vamos a seguir reivindicando aquello en lo que creemos. Si a alguno le molesta, lo siento, pero no lo hacemos contra nadie. No tengo nada contra Castilla, todo lo contrario: la respeto porque tiene una historia muy importante, tan importante como la de León, pero es una historia diferente.