pamplona - El presidente del PP, Pablo Casado, marcó ayer la línea a seguir por su partido como líder de una oposición que prometió centrada pero contundente, ni “bronca” ni “ingenua”, y que además quiere diferenciarse de Vox para reagrupar al constitucionalismo en torno a sus siglas. Ante la Junta Directiva Nacional del partido, el principal órgano entre congresos, dio un mensaje muy claro a los suyos para que se mantengan unidos y tampoco escuchen las voces que desde fuera pretenden dividir al PP “entre halcones y palomas”, entre un PP “duro” y uno “blando”.

Un discurso que pareció gustar, en general, a los barones regionales del partido, quienes compartieron posteriormente una comida con el líder de la que todos salieron satisfechos y tras la que coincidieron en señalar que el discurso había sido adecuado “en el fondo y en la forma”.

Después del tono duro que utilizó durante el debate de investidura del presidente Pedro Sánchez, Casado moduló una intervención al gusto de todos los suyos, en la que fijó como prioridad convertir al partido en una “mayoría imbatible”, y no en una “minoría indomable”, y “cobijar” incluso a los socialdemócratas descontentos con el Gobierno.

Entre las medidas de esta oposición, que no va a confundir la moderación con “negar la realidad o ignorar los hechos” ni va a meterse “en la trinchera”, está la de recurrir el nombramiento de la exministra Dolores Delgado como fiscal general del Estado.

Pero también la de denunciar al presidente del Parlament, Roger Torrent, por “prevaricación” si no convoca un pleno para sustituir a Quim Torra como diputado, o plantear una reforma de Ley Electoral para que los prófugos de la justicia no pueden ser elegibles y Carles Puigdemont no pueda presentarse a las elecciones catalanas.

Para los barones regionales se trata de la estrategia adecuada, que muchos alabaron durante la comida, según apuntaron distintos asistentes. Consideran acertado que Casado optara por un discurso centrado pero contundente, que ven “oportuno en el tiempo”, aseguró uno de estos dirigentes.

Valoraron especialmente el objetivo de reagrupar a todo el constitucionalismo porque creen que existe una “orfandad” en este espacio que el PP debe aprovechar y, en este sentido, también apostaron por no “obsesionarse” con Vox y con Ciudadanos, según otro de los barones.

Así que en este encuentro no solo se marcó la hoja de ruta del PP para los próximos dos años, el mínimo que calculan que durará el Gobierno, sino que se selló un entendimiento del líder con los barones regionales, con los que ha tenido grandes diferencias tras los resultados de las elecciones de abril y las de mayo.

Horas después de la reunión, Casado asistió a la conferencia enmarcada en el ciclo La alternativa al Frente Popular en la que participaron, entre otros, el exministro del Interior y presidente de la Fundación Valores y Sociedad, Jaime Mayor Oreja. Allí coincidió con la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, la exalcaldesa de Madrid Ana Botella, el también exregidor de Madrid José María Álvarez del Manzano y la expresidenta del PP vasco María San Gil.

Casado, que fue recibido con una ovación a su llegada, acudió en calidad de oyente a este acto que organizan conjuntamente la Fundación Villacisneros, la Fundación Valores y Sociedad, la Asociación Católica de Propagandísticas y la Fundación Cultural Ángel Herrara Oria. - D.N.