pamplona - El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, se encamina a revalidar el liderazgo de Podemos en la tercera Asamblea Ciudadana, que se celebrará en un mes y a la que concurre solo, sin ninguna corriente crítica, aunque al menos un militante se ha preinscrito para disputarle la Secretaría General.

Podemos publicará finalmente hoy las candidaturas individuales a su Secretaría General tras cerrarse anoche el plazo de inscripción, pero ahora comienza el proceso para recabar avales, y uno de los candidatos -el militante de Castilla-La Mancha Fernando Barredo- ya ha admitido sus dificultades para lograrlos.

Echenique quitó hierro a la decisión de Anticapitalistas de desvincularse de Podemos y no participar en esta tercera asamblea, y consideró “legítimo que un grupo de personas en desacuerdo con un partido” pueda decidir montar otro. Con su objetivo cumplido de llegar al Gobierno, Iglesias afronta su reelección para los próximos cuatro años en el momento más álgido de su carrera y sin que el pacto con el PSOE le haya pasado factura en el partido, más allá de la marcha de los Anticapitalistas.

Aun así, el equipo técnico que pilotará la asamblea lo conforman seis pesos pesados del partido: el portavoz del partido, Rafa Mayoral; el secretario de Organización, Alberto Rodríguez; el de Comunicación, Juanma del Olmo; la secretaria de Círculos y Participación, Ana Marcello; la del Área de Memoria Histórica, Ana Domínguez; y la secretaria de Feminismos, Sofía Castañón.

No ha habido hasta ahora cruces de acusaciones propias de un momento precongresual en Podemos, con la excepción de una denuncia formulada por un grupo de críticos de Podemos encabezado por el militante castellanomanchego Fernando Barredo, que aspira a competir por el liderazgo del partido en la próxima asamblea ciudadana, por la acumulación de cargos en el partido.

El escenario actual es opuesto al que vivió Iglesias hace poco más de tres años. En la segunda asamblea ciudadana estaba en juego el rumbo de Podemos y también su liderazgo, aunque su secretario político, Íñigo Errejón, no le disputaba formalmente la Secretaría General.

Tanto Errejón como los Anticapitalistas defendieron entonces planteamientos alternativos a los de Iglesias. Sin embargo, éste se impuso con el 56% de los apoyos de la militancia en el documento político, con un 61,68% en el de igualdad, un 54,42 en el organizativo y con un 53,63 en el ético. Participaron 155.000 inscritos que, en conjunto, dejaron claras sus preferencias y le dieron a Iglesias el control absoluto del partido: mayoría absoluta en el Consejo Ciudadano Estatal -37 de los 62 miembros elegidos- y un 90% de los votos en su elección como secretario general. Las bases gritaban “unidad, unidad”, pero la consecuencia de ese congreso fue que la familia “errejonista” se vio relegada. El clima de división interna no solo no se cerró sino que fue in crescendo y tuvo puntos álgidos como la difusión por parte de Carolina Bescansa de un plan para desbancar a Iglesias de la dirección en abril de 2018. La consecuencia fue que Errejón fue relegado a la Comunidad de Madrid. Un año más tarde, Errejón ya estaba fuera de Podemos y con un proyecto propio, Más Madrid, con el que se presentó de candidato a la Comunidad de Madrid y después a la Presidencia del Gobierno, con lo que ya está de vuelta en el Congreso de los Diputados. Hay que remontarse al congreso fundacional del partido de 2014 para buscar las incompatibilidades entre Iglesias y los Anticapitalistas, diferencias que han estallado por su decisión de integrarse en el Gobierno de Pedro Sánchez. La representante de Anticapitalistas Teresa Rodríguez defendió en esa primera Asamblea Ciudadana un modelo organizativo más coral, con tres portavoces y una parte del Consejo Ciudadano elegida por sorteo, que finalmente sólo consiguió el 12,37% de apoyos.

Con un 80,71% de los votos ganó la propuesta del equipo de Pablo Iglesias, que quería centralizar el mando en un secretario general para poner en marcha un partido capaz de ganar elecciones. Casi el 88% de los votantes lo eligieron como primer secretario general del partido. Iglesias está a las puertas de ser reelegido por tercera vez por otros cuatro años, un tiempo en el que aspira a colaborar más con sus confluencias, en especial con los comunes de Ada Colau.

Comisión de vigilancia. El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, aseguró que la Comisión Permanente de Seguimiento del Acuerdo de coalición, que se comprometieron con el PSOE a crear a lo largo del primer mes del Gobierno -que se cumplió el pasado jueves-, se constituirá “seguramente” en los próximos días.