Pamplona, como otros muchos puntos del Estado, siguió ayer la cacerolada convocada al mediodía y a las nueve de la noche, para pedir que los 100 millones que supuestamente recibió el rey emérito Juan Carlos I de Arabia Saudí, y que investiga la Fiscalía suiza, se donen a la sanidad para hacer frente a la crisis del coronavirus. La reivindicación se dejó sentir desde numerosos balcones de la capital navarra, como los de las calles San Agustín, a la izquierda, y Navarrería, a la derecha.