- El líder histórico de Izquierda Unida Julio Anguita falleció ayer a los 78 años en el hospital Reina Sofía de Córdoba, donde estuvo ingresado en estado crítico en una UCI desde que hace una semana sufriera una parada cardiorrespiratoria en su domicilio.

El que fue alcalde de Córdoba entre 1979 y 1986 necesitó durante todos esos días ventilación mecánica y murió sobre las 11.00 horas.

El Ayuntamiento de Córdoba decretó tres días de luto y, de acuerdo con su familia, se habilitará el salón de plenos del Consistorio para acoger la capilla ardiente del exalcalde de Córdoba. Como la actual situación por el estado de alarma impide que pueda ser abierta al público, se creará un "libro virtual de condolencias" en la web del Ayuntamiento para que quien lo desee pueda "dejar su mensaje de condolencia o ánimo a la familia".

Anguita, maestro de profesión, siempre trató de llevar a la política su faceta educadora y se caracterizó por elaborar sus discursos y alianzas parlamentarias en base a una idea clara y concisa: "programa, programa, programa".

Fue en Córdoba, su ciudad política, donde se ganó el apodo de "el califa rojo" tras obtener una abrumadora mayoría absoluta en los comicios locales de 1983, en plena hegemonía socialista en España, y que convertía a la ciudad cordobesa en la única capital de provincia gobernada en solitario por la formación de izquierdas.

En una entrevista con Efe el pasado año con motivo del 40 aniversario de la constitución de los ayuntamientos democráticos, Anguita confesaba que nunca le había gustado el populismo.

Su objetivo siempre fue el servicio público, aunque consciente de que el poder del pueblo residía en el Ayuntamiento. Y siempre mostró una habilidad negociadora y política, desde el inicio de su carrera como "servidor público". No en vano, para ser elegido alcalde en 1979 en Córdoba tuvo que liderar un gobierno de concentración apoyado por el PSOE y por la UCD.

Tras ser diputado en las Cortes Generales en 1993 se le acusó de poner en marcha la famosa "pinza" política contra el PSOE junto al PP tanto en el Congreso como en la Junta de Andalucía, algo que él siempre negó.

Siempre recordó que no aceptó apoyar la moción de censura contra el presidente del Gobierno, Felipe González (PSOE), que le propuso el líder de la oposición José María Aznar (PP) en 1995, mientras que en Andalucía fueron mayoritarias las propuestas pactadas junto a los socialistas que en esa época registraban su número más bajo de diputados en la Cámara andaluza bajo el mandato de Manuel Chaves.

En cualquier caso, las legislaturas en ambos casos se acortaron y la formación liderada por Anguita logró posteriormente alzarse con los mejores resultados conocidos por IU antes de integrarse en Unidas Podemos.

Con el lema "programa, programa, programa", Anguita siempre defendió que los acuerdos con el resto de formaciones políticas debían ser programáticos en lugar de obedecer a la aritmética parlamentaria, una idea que caló en las nuevas generaciones de políticos de izquierdas como Pablo Iglesias y Alberto Garzón.

De hecho ambos aseguran que compartieron muchas conversaciones con Anguita sobre la confluencia con Podemos, de la que él, si no fue el padre, fue uno de los principales ideólogos. Nunca aceptó regresar a la vida política ni cuando el hoy vicepresidente del Gobierno le pidió cerrar las listas de la confluencia en Córdoba en las elecciones de 2016.

Pero su constante inquietud de "servicio" le llevó a la constitución en 2012 de la plataforma denominada Frente Cívico, que logró en pocos meses que organizaciones en toda España se unieran con el objetivo de aunar la lucha de la mayoría social.

Sin embargo, hace poco más de un año abandonó la presidencia del colectivo para dejar de ser su imagen, ya que en los dos últimos años se registraban dificultades para articular propuestas y actividades de lucha y movimiento social.

Aún así, Anguita nunca se movió ni un ápice de lo que, a su juicio, necesita España para seguir avanzando: iniciar un proceso constituyente entre distintas fuerzas para cambiar radicalmente el modelo de sociedad y apostar por la república y un Estado federal.

El 17 de marzo de 2007 contrajo su segundo matrimonio civil con Agustina Martín Caño. Anteriormente estuvo unido a Juana Molina, madre de su hija pequeña Carmen. Con su primera esposa, Antonia Parrado, tuvo a sus tres hijos mayores. Uno de ellos, Julio Anguita Parrado, reportero de guerra del diario El Mundo murió el 7 de abril de 2003, cuando cubría la guerra en Irak.

Ayer dijo basta el mismo corazón que ya le dio problemas en diversas ocasiones, la primera en 1983 durante una campaña electoral en Barcelona, donde sufrió un infarto, y la más reciente en Ciudad Rodrigo en 2014 por una angina de pecho. Su marcha deja al país huérfano de uno de los grandes referentes de la izquierda en la etapa democrática. Adiós al califa rojo.

Una semana en la UCI. Julio Anguita falleció ayer en el hospital Reina Sofía de Córdoba donde permanecía ingresado en estado crítico en la UCI tras sufrir hace una semana en su domicilio una parada cardiorrespiratoria de la que no pudo recuperarse.

Libro virtual de pésame. La capilla ardiente del histórico líder de IU y exalcalde de Córdoba fue ayer instalada en el salón de plenos del ayuntamiento de la localidad y ante la imposibilidad de abrirla al público por el COVID-19 se creó un libro virtual de condolencias en la web del consistorio.