Geroa Bai celebra la alternativa elegida para la segunda fase del Canal de Navarra ya que, a su juicio, supone "un paso decisivo en el objetivo de poder llevar a la Ribera toda el agua disponible para satisfacer las demandas de agua de boca de calidad y riego, y al menor precio posible".

De esta forma se pronuncia en un comunicado tras la elección por parte del Consejo de Administración de CANASA de la construcción de dos tuberías soterradas como alternativa para el proyecto de esa segunda fase, una solución que, sostiene, es "viable gracias al trabajo realizado por el Gobierno de Navarra la anterior legislatura".

Al respecto sostiene que "frente al ruido y utilización política que se ha hecho en torno al Canal de Navarra, la realidad es que el Gobierno de Barkos fue quien tras años de paralización por parte de los gobierno de UPN en Navarra y del PP en el Estado, puso orden en esta infraestructura".

"Enderezó y encauzó el proyecto para poder abordarlo con las máximas garantías técnicas, jurídicas y económicas, atendiendo al interés general", apunta, a lo que añade que "se realizó un estudio de alternativas y se apostó por la construcción de un tubo soterrado frente a un canal a cielo abierto, siendo una solución financiera y medioambientalmente más sostenible".

Por todo ello defiende que el trabajo del Gobierno la pasada legislatura "permite ahora una solución bajo tierra, mucho más rentable, lógica y realista para lograr el necesario abastecimiento de agua de riego y de boca de calidad para la Ribera de Navarra".

Al mismo tiempo rechaza el "exceso de demagogia" que rodea a esta infraestructura y señala que "en su día, hubo quien, como Javier Esparza, trató de desacreditar esta solución hablando del 'canalillo' por mera motivación electoralista y sin atender a criterios lógicos y racionales". Además lamenta que "la falta de compromiso de los distintos gobierno de España haya dilatado el avance de esta obra".