- El Parlamento foral aprobó la ley de modificación de diversos impuestos, como la supresión de módulos y exenciones en el Impuesto de Actividades Económicas, apoyada por PSN, Geroa Bai y Podemos, mientras que Navarra Suma votó en contra y EH Bildu e I-E se abstuvieron. Se trata de una ley, dice el Gobierno, para mejorar la justicia fiscal, observando los principios de proporcionalidad, eficacia y eficiencia, y luchar contra el fraude. Recoge así exenciones en prestaciones de entidades de previsión social voluntaria para cooperativistas, en el Ingreso Mínimo Vital y en becas.

En los rendimientos de trabajo se modifica la estructura de retribuciones a fin de contemplar las no dinerarias y en especie para "acrecentar la equidad". En las reducciones en la base imponible por aportaciones a planes de pensiones se rebaja a 2.000 euros el límite general, a 5.000 para mayores de 50 años, y sube a 5.000 en las aportaciones empresariales. Se sustituye la tributación por módulos para autónomos por un sistema de estimación directa especial. El IAE estará exento para sujetos pasivos con una cifra de negocio inferior al millón de euros. La ayuda del PlanEmanzipa se abonará de forma mensual para facilitar el alquiler joven y se establecen reglas especiales para 2021 en las ayudas a la instalación de jóvenes agricultores.

En Sociedades se establecen normas contra la elusión fiscal, se modifica la deducción por inversiones cinematográficas y audiovisuales, y por la creación de empleo se elimina el requisito de consolidar plantillas. Crece además la deducción por innovación en los procesos productivos de automoción.

Contra el fraude la ley impone obligaciones y prorroga asimismo para 2021 las medidas para solicitudes de cancelación o pago fraccionado de deudas tributarias, y en el Impuesto de Grandes Superficies se excluyen para el cómputo la superficies de los locales de hostelería, ocio y espectáculos.

El debate dejó tres tipos de posicionamientos, el del Gobierno -con menor entusiasmo de Podemos- la oposición de Navarra Suma, y la abstención crítica pero facilitadora de EH Bildu e I-E, que reclaman una reforma profunda a futuro. Por el PSN, Ainhoa Unzu éste "no es momento de subir los impuestos ni a personas ni a empresas, todo lo contrario. Es momento de apoyar para reactivar la economía" y "aliviar a los contribuyentes" más afectados por la pandemia. Mikel Asiain, de Geroa Bai, criticó la visión que Navarra Suma transmite de la Comunidad cuando la economía navarra tiene la calificación máxima, el nivel de deuda es el 15% del PIB, el superávit se sitúa en 148 millones y el remanente de tesorería en 139, lo que contrapuso con la deuda que dejó UPN por los "onerosos" peajes en la sombra. El tercer socio del Gobierno, Podemos, puso cierta distancia con lo acordado. Dijo que la actual reforma deja fuera cuestiones "claves" "incluidas" en el acuerdo programático. Para Buil, "siguen saliendo mejor parados las grandes fortunas y las grandes empresas", valorando en todo caso la lucha contra el fraude fiscal, la eliminación progresiva de las deducciones por planes de pensiones privados o la del sistema de módulos.

Mientras, la portavoz de Navarra Suma, María Jesús Valdemoros, ve "una senda de aumento de la presión fiscal", lo que a su juicio hará perder "capacidad de atraer proyectos de inversión". Para Adolfo Araiz, de EH Bildu, esta es "una oportunidad perdida" para obtener más recursos propios. Ve "importante" la supresión de los módulos, pero "insuficiente", por lo que reclamó una mayor presión fiscal para las rentas altas y de capital. En esta línea, Marisa de Simón, de I-E, consideró también "insuficiente" la reforma, "deficientes" algunas de sus medidas, unido a una "previsible" caída de ingresos y un aumento de necesidades sociales por la pandemia. "Vendrán tiempos duros", alertó.