- Los socialistas portugueses clausuraron ayer su congreso a menos de un mes del desafío de las municipales y con al menos dos años por delante de mandato de António Costa, pero con los ojos puestos en los posibles candidatos a suceder al primer ministro al frente de la secretaría general del partido.

El 23º Congreso del Partido Socialista (PS) se celebró en Portimão (sur) con la continuidad de Costa asegurada, después de que el secretario general, cargo que ocupa desde 2014, fuese reelegido para otros dos años en una votación realizada el pasado mes de junio.

El primer ministro no ha desvelado si seguirá más allá de 2023, cuando también finaliza la actual legislatura, aunque ha dejado claro que no existen divisiones en la formación. "Este es un partido donde no tenemos problemas internos, por eso podemos dedicarnos a lo que importa, los problemas del país", dijo durante la clausura.

Pero en Portugal sitúan su ambición de futuro en un cargo europeo y el posible proceso de sucesión ha centrado las atenciones en este congreso. El Partido Socialista llegó a la cita con la vista puesta en el llamado "grupo de los cuatro", los posibles sucesores que se barajan para cuando Costa deje la secretaría general.

Entre ellos están Mariana Vieira da Silva, actual ministra de Presidencia y su mano derecha en el Gobierno, y Fernando Medina, alcalde de Lisboa, cargo que Costa ocupaba cuando fue elegido secretario general.

También Ana Catarina Mendes, líder en el Parlamento y que dirigió en 2014 la campaña de Costa como candidato, y Pedro Nuno Santos, ministro de Infraestructuras y a quien sitúan como rostro visible de un ala más a la izquierda.

Pero el congreso parece haber dejado una quinta candidata, que se acaba de hacer militante a pesar de llevar tres años formando parte del Gobierno socialista: la ministra de Sanidad, Marta Temido, fuertemente aplaudida durante la cita por su papel en el combate a la pandemia.

El propio Costa señaló el sábado, en una entrevista con el digital Observador, que Temido podría ser candidata dentro de dos años porque sumaría el tiempo suficiente de militancia. "Nunca se sabe", respondió la propia Temido a preguntas de periodistas este domingo sobre si se ve como posible sucesora.

Con la sucesión, como pronto, en 2023, el desafío más inminente para el PS son las elecciones municipales del próximo 26 de septiembre, donde esperan repetir la victoria de hace cuatro años. Entonces consiguieron el 38% de los votos, ante el descalabro del PSD (centroderecha), que sufrió una de las peores derrotas de su historia con apenas el 16%.