La Red de Torturados de Navarra - Nafarroako Torturatuak va a constituirse este sábado como asociación.

El movimiento, que agrupa a gran parte de los denunciantes navarros de malos tratos por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, nace principalmente para denunciar la impunidad que ha rodeado la tortura desde hace décadas, cuando ha sido una herramienta más o menos habitual -ahí están las condenas a policías- en el ambiguo -y muchas veces injusto- contexto de la lucha antiterrorista.

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Pero, además, la Red de Torturados aspira a ser una plataforma de apoyo para los denunciantes, y una herramienta para concienciar a una sociedad que, si se cree verdaderamente democrática, tiene que abordar un debate históricamente silenciado por el Estado, para el que el tema es incómodo.

La cita es este sábado a las doce del mediodía en la escuela de música de Berriozar, donde se celebrará la asamblea fundacional, que lleva meses preparando su constitución con un trabajo ambicioso: la puesta en marcha de un registro puramente navarro.

Durante los meses de diciembre y enero, cinco pueblos de Navarra han puesto a disposición de la ciudadanía carpetas de registro para recoger testimonios y pruebas con el objetivo de confeccionar un censo lo más fiable y completo posible.

Es el primer paso que quiere dar la red, tener bien claro la magnitud de un problema que se presupone bien hondo, ya que las estimaciones que se hacen son de al menos mil víctimas de tortura entre 1961 y 2012 en repartidos por ochenta localidades de Navarra.

Una cifra potente y que de alguna manera guarda cierta relación con la que ya ha quedado registrada en la CAV, donde el Gobierno Vasco elaboró un informe en el que constataron al menos 4.113 casos de torturas, de los que 13 acabaron con personas muertas. Una de ellas fue Joxe Arregi, de cuya muerte se cumplen este domingo 41 años.

La intención de la red es contar con un dossier preciso y fiable con el que poder recurrir a las instituciones y solicitar tanto reconocimiento a su condición de víctimas como reparación para sus vulneraciones.

Pero, más allá de la cuantificación, la Red quiere servir de refugio para otras personas que hayan sufrido los mismos malos tratos, y requieran algún tipo de atención. Que nadie se sienta solo.

La hoja de ruta es potente y la puesta en marcha es ambiciosa. Y va a contar con el seguimiento del Gobierno de Navarra, que este sábado estará presente mediante su consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, y el director general de Paz y Convivencia, Martín Zabalza, así como la directora de la oficina de atención a las víctimas, Blanca Burusko. Además, también habrá representantes de Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra, así como un amplio apoyo sindical que incluye a UGT, CCOO, ELA, LAB, Steilas, CGT y ESK.

25

La primera gran movilización que tiene calendarizada la Red de Torturados de Navarra será el 25 de junio. Ese día, vísperas del Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura, la asociación tiene pensado celebrar una manifestación en Pamplona para visibilizar y denunciar la impunidad de la tortura. En 2021, la asociación -que ya caminaba hacia su fundación- celebró un acto en Iruña en el que reveló la identidad de Antonio Goñi Igoa, navarro que se suicidó en 1970 tras 18 días de torturas.