Pamplona - ELA, en un documento elaborado tras un “largo” proceso de reflexión interna y que fue presentado ya en el Parlamento, aboga por “abrir puertas y aprovechar oportunidades” en materia lingüística. Creen que es posible dar pasos y lograr acuerdos hacia una oficialidad que no suponga colisión de derechos partiendo del actual entramado legislativo y tomando como referencia alguna normas como las de la Mancomunidad de Pamplona, ya que los “ritmos”, la “realidad sociolingüística” y la “autonomía municipal” son claves. Antes de pasar a desgranar su análisis sectorial y sus propuestas en cada uno de los ámbitos (Administración, Educación, Trabajo...) realizan una reflexión más filosófica en torno a la nueva sociedad. “En Navarra convivimos personas monolingües (castellanos y -en pocos casos- vascos), bilingües (en castellano y euskara) y plurilingües (principalmente inmigrantes). No se puede trazar una línea divisoria entre castellanohablantes y vascohablantes, porque no pertenecemos a comunidades diferentes: cada vez mayor número de navarros/as vive integrado en ambas, al ser bilingües. Por lo que no debería haber colisión entre ambas comunidades lingüísticas...”, razonan. La esencia de su propuesta, que en parte enlaza con alguna reflexión aportada en la comisión (Izu lo sugirió en parte) y experiencias valencianas o catalanas, se basa en un reconocimiento del derechos para toda la ciudadanía en lo jurídico (supresión de la zonificación) pero con una aplicación gradual y aterrizada a la realidad de cada municipio. Como ejemplo ELA habla de la Ordenanza del Vascuence de 1998 de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona. El sindicato considera que el recientemente aprobado Decreto del Euskera en la Administración ha sido “consensuado por una mayoría parlamentaria transversal que, si no llega a los dos tercios de los escaños, es por el antivasquismo en el que se ha enrocado el PSN”. Este decreto, añaden, incorpora “una acción positiva y proactiva incluso en la zona no vascófona”, rescata la figura de los “servicios centrales” para atender a todos los ciudadanos con independencia de la zona en la que se sitúen...

ELA concluye su documento apostando por la necesidad de modificar la Ley del Euskera. “La oficialidad impondría unas obligaciones a las instituciones (gobierno, ayuntamientos, mancomunidades) mayores que las actuales evidentemente. Si el derecho a utilizar el euskara se extendiera a toda Navarra, habría que poner los recursos que lo hicieran posible, y el Gobierno de Navarra debería ser el garante. Los niveles de conocimiento y uso son muy diferentes de una parte de Navarra a otra, por lo que necesariamente los recursos para garantizar ese uso deberán ser adecuados a la realidad socio-lingüística de la zona. En ese ajuste de recursos y ritmos habrá que tener en cuenta la autonomía municipal, ya que no se podrán ofrecer, ni reivindicar, los mismos recursos en todos los ayuntamientos por igual. Como nivel umbral cabría establecer que todas las iniciativas en favor del euskara organizadas por grupos locales deberían contar con el apoyo municipal. El objetivo es que se posible la opción de vivir en euskara”, explican. - D.N.

lengua oficial con aplicación local

Ejemplos. ELA cree compatible la “oficialidad” para todo el territorio con una “promoción adecuada a cada realidad local” de manera que ni un euskaldun se vea privado de derechos en la zona no vascófona ni un castellano parlante en la vascófona. En este sentido, apunta que “en nuestro ordenamiento se pueden encontrar muchos ejemplos que contradicen la teoría de la colisión de derechos. El más notorio es el de la Mancomunidad de la Cuenca de Pamplona. En el territorio que abarca se juntan tres zonas lingüísticas, y sus habitantes tienen reconocidos sus derechos lingüísticos. Llegados a este punto surge el asunto de las OPE, y cabe reclamar que en las próximas convocatorias se recoja todo lo expresado”, exigen.

Administración. ELA considera fundamental que la Administración asuma un “liderazgo” en la normalización lingüística acompañada de la sociedad civil cuyo papel ha sido clave hasta ahora. Para ello ve importante cambiar el marco legislativo (hacia la “cooficialidad”) y explotar al máximo las potencialidades del último decreto foral de 2017 (“corto pero un paso adelante”) para garantizar los derechos de todos los hablantes al margen del lugar de residencia.

Educación. El sindicato recuerda la escasa oferta en euskera en FP, Universidad, Conservatorio... y el “descenso drástico” de la matriculación en los modelos con lenguas propias frente a las lenguas extranjeras que ven cómo se intenta equiparar. Una de sus propuestas más llamativas es la generalización del modelo A (euskera como asignatura) y la progresiva extinción del G mientras que las lenguas extranjeras deberían ser asignaturas.

Ámbito laboral. ELA apuesta por trabajar vía convenios (incluyendo planes o cláusulas mediante la negociación) y exigir que la Administración lo haga cuando adjudica algún servicio vía contrato público. El objetivo es fomentar la formación y también que el paisaje laboral también tenga en cuenta el euskera.

Comunicación. En su informe detecta un panorama bastante modesto tanto en el ámbito público como privado que apuesta por reforzar mediante ayudas y promoción de la lengua propia dando pasos en lo concreto como captación de EITB (ya hecho), etc así como tratar que en el espacio emergente de internet no se reproduzcan estos deficits.

Cultura, ocio y deporte. Aunque se trata de un ámbito más ajeno al día a día sindical, ELA apunta una serie de consideraciones y propuestas. En primer lugar pide mayor protagonismo al propio de departamento de Cultura además de Educación o Euskarabidea. Como medida concreta plantean un incremento de las versiones en euskera en el cine y en el teatro. Respecto al deporte, son conscientes de que es un sector con un gran eco social por lo que sugieren “cuidar el paisaje lingüístico para hacer visible el bilingüismo en carreras populares, competiciones deportivas...” También ven oportunidades en campamentos infantiles, en acuerdos con las piscinas privadas... En general observan como conveniente ligar también lo que es el euskera al ocio y al tiempo libre, es decir, asociar la lengua también a la diversión.