tafalla - Agentes de Policía Foral de seguridad ciudadana de la comisaría de Tafalla detuvieron ayer sobre las 9.30 horas a un vecino de Pamplona de 19 años por un presunto delito de conducción temeraria. Al parecer, el detenido accedió, se desconoce exactamente cómo ( si forzó la puerta, si las llaves estaban en el interior del vehículo o si el chófer tuvo un despiste), a un autobús de la compañía Alsa que se encontraba aparcado junto a la Ciudad Deportiva (todo indica que en el parking de la Laboral), y tras conseguir ponerlo en marcha circuló con el mismo de forma errática golpeando distintos vehículos y elementos del mobiliario urbano (una farola y señales de tráfico) situados en las inmediaciones del campo de fútbol de la Peña Sport y de la residencia de ancianos Santo Hospital.

A continuación, se dirigió hacia el Hostal Tafalla, donde colisionó con un camión. Para entonces ya un par de vehículos particulares seguían los pasos del autobús, que no llevaba pasajeros, mientras narraban en tiempo real su periplo al 112, Policía Foral y Guardia Civil. “Ha causado un gran revuelto porque a esas horas había bastante gente en el interior del establecimiento. Nos hemos pegado un buen susto”, admitía una camarera.

Lejos de desistir, el conductor optó entonces por dirigirse hacia el camping de Olite, ubicado en la carretera NA-115, dirección Peralta. “Aquí ha llegado con los cristales rotos, arrastrando elementos con los que imagino que habrá ido chocando en el trayecto, ha dado media vuelta y se ha reincorporado a la vía sin mirar si venían otros vehículos”, indicaron trabajadores del camping, lugar en el que varios testigos apuntan, además, a que el individuo, que “iba en calzoncillos y con un abrigo”, llegó a bajarse un instante del autobús antes de dirigirse nuevamente hacia Tafalla.

A su regreso a la ciudad del Cidacos, el detenido provocó, asimismo, momentos de peligro al circular en sentido contrario y pasar “por encima de una rotonda”, relataron varias personas que vieron los hechos. Tanto es así que “en el cruce de Luzuriaga casi se come una familia”, advirtió un testigo. Finalmente, varias patrullas lo interceptaron a la entrada de la localidad e hicieron que detuviera el vehículo mientras lo apuntaban con sus armas. En el operativo resultó dañado un coche policial. “Ha sido de película”, reconocían los testigos.

El implicado, que dio negativo en la prueba de etilometría y, a la espera de contraste, positivo en la de drogas, fue detenido por un presunto delito de conducción temeraria, quedando pendiente la evaluación de los daños causados, para la posible imputación de más delitos. Hasta el lugar acudieron patrullas de Atestados y Seguridad Vial de la comisaría de Pamplona, que se hicieron cargo del caso.

Expertos consultados por este periódico se asombran de que una persona tan joven y con un estado cognitivo alterado pudiera poner en marcha un vehículo de estas características al ser más complejo que conducir un utilitario al uso.

Por último, indicar que antes del suceso, la Policía Municipal de Tafalla tuvo que intervenir con esta misma persona al ser alertada de su presencia en el portal de un edificio. Estaba alterado, desorientado y no razonaba. Pensaba, de hecho, que se encontraba en Pamplona y estuvo un rato subiendo y bajando por el ascensor y deambulando por las escaleras hasta que se personaron los agentes , quienes tras comprobar que no había causado daños, hicieron que recogiera sus pertenecías (se había quitado el pantalón y las zapatillas) y le acompañaron hasta la salida. Mientras tanto, sus amigos se encontraban en una discoteca local preguntándose por su paradero.